Las colinas pedregosas de la comuna de Cu Dram de hoy se están llenando del verdor con las extensas plantaciones de piña. |
Para la campesina Tran Thi Lan, residente en la aldea 2 de la comuna de Cu Dram, desde que comenzó con el cultivo de piña hace 4 años su familia ha obtenido ingresos bastante estables. Anteriormente, en la finca de 12 hectáreas de Lan sólo se plantaba café.
Gracias al apoyo del Banco vietnamita para Políticas Sociales a la familia de la mujer le concedieron un préstamo de 2100 dólares. Con ese monto Lan decidió invertir el capital en el cultivo de piña cayena. En sólo dos años el ingreso generado por las 7 hectáreas del árbol frutal ascendió a 13 mil dólares, con los cuales pudo pagar todas sus deudas. A partir de ese óptimo resultado siguió expandiendo el mismo modelo a sus restantes 5 hectáreas. Al respecto Lan compartió: “Antes me dedicaba al cultivo de café. Debido a que este tipo de plantación requiere una buena cantidad de mano de obra decidí intentar con la piña. El cuidado de esta planta es más sencillo, desde la modesta inversión de capital hasta la poca cantidad de abono que se necesita; incluso da una mayor eficiencia económica en comparación con el café. Para comenzar con el cultivo de piña accedí a un préstamo de bajo interés del Banco para Políticas Sociales”.
Las colinas pedregosas de la comuna de Cu Dram de hoy se están llenando del verdor con las extensas plantaciones de piña. Para los campesinos locales su rápida expansión puede conducir a la baja de los precios debido al exceso de oferta. Respecto a las medidas que deben adoptarse a fin de mantener su valor estable en el mercado Nguyen Thi Kim Yen, habitante de la aldea 2, comentó: “Para la topografía local creo que no hay otra planta mejor que la piña. Su cuidado es sencillo y las plantas crecen bien rápido. En nuestra comuna de Cu Dram hay tantas piñas que todos nos vemos obligados a plantarlas fuera de temporada para garantizar una oferta estable en el mercado”.
Según las estadísticas, Cu Dram cuenta actualmente con más de 700 hectáreas de acacia mangium, 800 hectáreas de piña y 120 hectáreas dedicadas a otras frutas como el durian, el lichi, el longan, la naranja y la mandarina. Paralelamente, sus habitantes también desarrollan el sistema silvopastoril, comprendido como la práctica de la integración de árboles, forraje y el pastoreo de animales domesticados de una manera mutuamente beneficiosa.
Tomar capital prestado para criar vacas reproductoras también es una manera de transformación económica en el remoto distrito de Krong Bong. |
Hasta la fecha hay más de 2000 hogares en la comuna, con una población total de más de 10 000 habitantes, el 80 % de los cuales pertenecen a grupos étnicos minoritarios. Ellos cuentan con el apoyo de las autoridades locales, que han hecho todo lo necesario para facilitarles el acceso a préstamos de tasa de interés preferencial del Banco para Políticas Sociales. Sobre el acceso de los habitantes a este beneficio, Tran Duc Anh, jefe para el fondo de préstamo de la aldea 2, detalló: “En nuestra aldea contamos con 52 hogares con acceso a esta política de préstamos y hasta el momento, el monto total asciende a los 86 mil dólares. El propósito principal del uso de este fondo es invertir en la agricultura y la ganadería, y todos han cumplido con sus palabras”.
Según señaló Nguyen Thi Thanh Huyen, directora adjunta del Banco para Políticas Sociales del distrito de Krong Bong, los habitantes de la región han podido acceder a préstamos por un total de 1.3 millones de dólares, lo que les ha permitido lograr un verdadero despegue económico.
“En total tenemos 12 programas de préstamos, 3 de los cuales van dirigidos a hogares pobres o cuasipobres, así como a los que acaban de salir de la pobreza y a productores y comerciantes de regiones desfavorecidas. Los préstamos se conceden a través de asociaciones o colectivos, que actúan como garantes del buen uso de los fondos”, explicó la directora adjunta Huyen.
Para los agricultores de Cu Dram estos préstamos preferenciales son un gran aporte para mejorar su calidad vida, ya que les permiten desarrollar verdaderos proyectos de futuro, tanto de cada hogar como de toda la economía local.