Lam Van Bang, galardonado con el título honorífico de Héroe del Trabajo, nació en 1943 en una familia revolucionaria cuyos cinco hijos participaron en la resistencia por la independencia del país. Alistado en el ejército en 1965, Bang fue arrestado y encarcelado en la penitenciaría de Phu Quoc. En 1973, después de la entrada en vigor del Acuerdo de París sobre la Paz en Vietnam, se le concedió libertad a orillas del río Thach Han, en la provincia central de Quang Tri. El veterano de guerra, recordó: “Participé en muchos feroces combates en Tay Ninh y Binh Duong y vi los sacrificios de mis compañeros en el frente. Durante la Ofensiva Tet Mau Than 1968, fui herido y encarcelado en la prisión de Bien Hoa antes de ser transferido a la de Phu Quoc. Durante mis 4 años, 8 meses y 4 días pasados de reclusión no recibí ningún cuidado médico hasta el intercambio de prisioneros”.
Artefactos exhibidos en el interior del museo (Foto:doisongphapluat.com)
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Después de la guerra, siempre apegado al recuerdo de aquellos duros días, el veterano pensó en cómo ayudar a sus antiguos camaradas y reconocer el sacrificio de los que sobrevivieron y los que cayeron en combate. Con ese espíritu, decidió construir un museo dedicado a los revolucionarios capturados por el enemigo en su pueblo natal. Bang tardó décadas en recolectar objetos de guerra y recuerdos y dedicó su casa de dos pisos y jardín con un área de 2.000 metros cuadrados a la exhibición de artefactos. El 11 de octubre de 2006 se abrió oficialmente la instalación. Con más de 4.000 objetos expuestos, este lugar recibe anualmente a decenas de miles de visitantes y se ha convertido en un referente en la educación de las nuevas generaciones sobre las tradiciones revolucionarias. Kieu Van Uych, ayudante de Bang, explicó: “Lam Van Bang es un inválido de guerra con una tasa de discapacidad del 83%. Él está muy apegado a sus viejos compañeros de combate y por esos su decisión de donar su tierra para construir este museo. El ex presidente Truong Tan Sang lo visitó trece veces. Los 27 de julio de cada año, con motivo del Día de Inválidos y Mártires de Guerra, una gran cantidad de turistas y veteranos viajan allí en memoria de los héroes nacionales”.
El quehacer del veterano de guerra tiene una gran influencia no solo en la comunidad, sino también sobre decenas de veteranos y prisioneros de Phu Quoc que están dispuestos a trabajar como voluntarios en el museo. Entre ellos se cuenta Dong Thi Hop, quien dijo: “El señor Bang es un director entusiasta. Al admirar su ejemplo de devoción a los soldados revolucionarios, solicité dar mi modesta contribución al proyecto como una forma de rendir homenaje a los héroes que se sacrificaron por la independencia nacional”.
Septuagenario, Lam Van Bang aún conserva su compostura militar, siempre muy alerta y entusiasta. Continúa su colección de recuerdos de guerra y participa en actividades humanitarias y comunitarias. El hombre dijo lo siguiente: “Organizamos eventos de recaudación de fondos a fin de construir casas de solidaridad para las familias de los mártires y realizamos visitas a las Madres Heroicas de Vietnam. De esta manera, deseamos expresar gratitud hacia las personas meritorias y transmitir el entusiasmo revolucionario a los jóvenes. Más que nadie, comprendemos las recomendaciones del presidente Ho Chi Minh: “Nada es más valioso que la independencia y la libertad”. Por ende, consideramos que enseñar las tradiciones revolucionarias a los jóvenes no es tarea solo de una persona, sino de todo el Partido, de todas las personas y de los veteranos de guerra como nosotros.”
Sus contribuciones anónimas pero preciadas le valieron el título de “Ciudadano capitalino más sobresaliente” en 2014. Un año después recibió la Orden del Trabajo de tercera clase. Y, más recientemente, fue elegido entre los 70 delegados al Congreso Nacional de Emulación Patriótica con motivo del 70 aniversario del llamamiento del presidente Ho Chi Minh a esta iniciativa.