El presidente Ho Chi Minh recibe una delegación del Movimiento por la Paz francés en su visita a Vietnam, 15 de marzo de 1955. (Foto de archivo: VNA)

Al momento de lanzar la canción “La balada de Ho Chi Minh” del compositor británico Ewan MacColl en 1954, sus melodías se hicieron viral rápidamente en los países que abogan por la paz. Con letras simples y memorizables, la canción parece un relato emotivo sobre el viaje del tío Ho a tierras ajenas para encontrar el camino de la salvación nacional. 

Sus alentadores versos llegaron a sensibilizar a una gran multitud, proveniente de distintas nacionalidades, por lo que la canción cuenta con varias versiones en diferentes idiomas. Precisamente, en 1967, las fuerzas revolucionarias de Cuba propusieron su interpretación durante los conciertos nacionales de resistencia a la guerra.

Todo demuestra las virtudes del presidente Ho Chi Minh, que no solo concita el respeto y la admiración en los vietnamitas, sino que además deja muy buenas impresiones en los amigos internacionales, como un símbolo de la libertad y la paz. 

He aquí algunas opiniones:

“Desde el punto de vista de una persona que le tiene mucho respeto y afecto al presidente Ho Chi Minh, para mí, es un gran líder y a la vez, es un ‘tío’ muy amado por el pueblo de India”. 

 “Conocí las historias revolucionarias del presidente Ho Chi Minh antes de venir a estudiar idioma vietnamita en Vietnam. Es un gran líder, quien lleva un estilo de vida sencillo y se destaca por mantener siempre la firme postura de defender la solidaridad y la paz global. Tanto yo como los demás compañeros laosianos le tenemos mucho respeto y admiración”. 

Los pueblos amantes de la paz en el mundo demuestran enorme respeto al padre de la independencia vietnamita por su gran ideología y sus constantes entregas a la causa de la paz mundial, la amistad, la cooperación y el desarrollo mutuo entre las naciones.

En su visita al sitio histórico de Normandía, el presidente Ho Chi Minh cubre el cañón con su propia mano como símbolo del espíritu: Sí a la paz, No a la guerra. (Foto: Nhan Dan)

Los estudios sobre el pensamiento de Ho Chi Minh han revelado que para él la guerra es sólo una última opción, ya que, durante toda su carrera, proponía como objetivo principal el establecimiento de la paz en todo ámbito. Eso se evidencia a través de acciones concretas. Específicamente durante la década de los 50, insistía a la comunidad a través de numerosas cartas destinadas tanto al gobierno y pueblo francés como a los activistas políticos de diferentes países, para alzar la voz en representación de todo el pueblo vietnamita en contra de la colonización de Francia en el territorio nacional y abogando por las negociaciones de paz. 

Para mostrar su buena voluntad, el presidente Ho Chi Minh aceptó una invitación para visitar Francia en 1946. Durante el periodo de resistencia, buscaba siempre oportunidades para acercarse a la prensa, a los ministros y a los generales franceses con la esperanza de poner el punto final de forma pacífica a los conflictos bélicos.

En la ocasión de su visita al sitio histórico de Normandía, cubrió el cañón con su propia mano como símbolo del espíritu: ¡Mantengan la paz! ¡Detengan la guerra!

El 13 de diciembre de 1946, concedió una entrevista al periodista Bernard Dranber (del Periódico Paris – Saigón), en la cual expresó: “Mis compatriotas y yo anhelamos la paz. No queremos guerra. Sé que el pueblo francés tampoco quiere someterse a los conflictos bélicos. Esta guerra la queremos evitar a toda costa”. 

Al respecto, el Dr. Hoang Chi Bao, quien ha dedicado su vida estudiando la filosofía de vida del presidente Ho Chi Minh, analizó: “En el pensamiento diplomático de Ho Chi Minh, la definición para distinguir entre los amigos y los enemigos siempre se mantenía bien clara. Según él, es necesario combatir y derrotar al ejército francés que invadió Vietnam, pero siempre mostraba aprecio al pueblo francés, a la nación francesa y a la civilización francesa, considerándolos como los valores más refinados de la humanidad. Entre sus amigos franceses, incluso aquellos con opiniones diferentes, era capaz de encontrar puntos en común”. 

La viceministra de Relaciones Exteriores de Vietnam, Le Thi Thu Hang. (Foto: VOV)

Para el presidente Ho Chi Minh, la independencia de su propio pueblo es al mismo tiempo la de todas las naciones del mundo; liberar a una nación es liberar a la humanidad. La viceministra de Relaciones Exteriores de Vietnam, Le Thi Thu Hang, afirmó lo siguiente: “El pensamiento de Ho Chi Minh es un sistema de valores que incluye tanto la práctica como la teoría. No sólo tiene valor en términos de pensamiento, sino que también abarca un significado global y trascendental con el tiempo. Esos valores siguen intactos hasta el día de hoy. Es un brillante ejemplo de la ética y de pensamiento progresista que la UNESCO aún procura preservar en la actualidad”.

No sólo abogaba por la paz; tío Ho también valoraba el espíritu de amistad y solidaridad con las diferentes naciones. En respuesta a un periodista indio en mayo de 1947, afirmó que “La actitud de Vietnam hacia los países asiáticos es una actitud fraternal, hacia las cinco potencias es una actitud amistosa” y “La política exterior es amistosa con todos los vecinos...”. 

En ese sentido, dondequiera que iba, dejaba una profunda impresión en el corazón de la gente local. Chintamani Mahapatra, rector de la Universidad Jawaharlal Nehru (India), manifestó: “Cuando el presidente Ho Chi Minh visitó India, recorrió diferentes lugares, desde fábricas hasta zonas industriales y granjas. Sin importar dónde fuera, tanto las autoridades como la gente local, lo recibieron con mucho cariño. La influencia del presidente Ho Chi Minh es evidente. Él es un gran amigo de India”.

En más de 50 países que visitó, intentaba siempre poner la base de una buena amistad y también promover la paz. Por esa razón, el símbolo del presidente Ho Chi Minh se encuentra presente en muchos lugares del mundo: decenas de estatuas y monumentos fueron erigidos en su honor; numerosas calles, avenidas y escuelas en todo el mundo llevan su nombre.

A nivel internacional, el padre de la independencia de Vietnam ha dejado una huella perdurable en el corazón de muchos, representándose así como un símbolo de la paz y la buena amistad.