Desde la cabecera de Hoi Xuan, en el distrito de Quan Hoa, los viajeros deben tomar la carretera nacional 15C hacia el distrito de Muong Lat. Luego de unos 7 kilómetros, giran a la izquierda para encontrarse en la aldea But. Ubicada al pie del monte de Pha Day, en medio de los bosques, la aldea But goza de un clima fresco todo el año. Aquí, pese al transcurso del tiempo, se hallan aún palafitos con arquitectura típica de los Thai.
Palafitos de los Thai en la aldea de But. (Foto: Revista de Van Hoa Phat Trien) |
Los palafitos del pueblo Thai siempre se construyen en adaptación a la vida en los bosques, montañas y campos, así como para prevenir los animales salvajes y las inundaciones. Cada vivienda tiene dos escaleras, una para subir y la otra para bajar, las cuales separan el espacio donde reside toda la familia del suelo. Según Ha Van Xuan, un aldeano, el número de peldaños debe ser impar, entre 5 y 9. Antes, la escalera frontal era solo para los hombres, mientras la lateral o trasera era para las mujeres.
“Para los Thai y también otras etnias, la escalera es el alma de los palafitos y simboliza el camino hacia arriba o abajo de la familia entera. Aquí se presta una gran atención a la firmeza de las escaleras. La madera usada para los escalones debe ser de buena calidad y, especialmente, puede impedir la entrada de los espíritus malignos en la casa”, informó.
Además de la escalera, en cuanto se termina de construir una casa sobre pilotes se suele instalar la cocina. Este rincón, más allá de su función convencional, posee una belleza propia en la mente de cada miembro de la etnia, por lo que la ceremonia de construcción de la cocina en los palafitos es de suma importancia. El dueño del hogar elige a las personas con vida cómoda y descendientes buenos para que junto con el chamán de la aldea depositen hojas de varios tipos en el fogón. También solicita a los miembros más prestigiosos de su lado materno colocar tres piedras que sujetan al fuego y los recipientes de cocina. Cada palafito de los Thai en la aldea But tiene dos fogones, uno interior y el otro al aire libre. Dentro de la vivienda, el lugar más solemne está dedicado al altar a los antepasados.
El jefe de la aldea, Ha Cong Chuc, compartió:
“Los palafitos de los Thai, en general, requerían poco trabajo de carpintería, pues comprendían básicamente troncos ensamblados con hacha y tenían rasgos propios. Hoy día, parecen más finos por construirse con máquinas. Las casas que conservamos siguen el antiguo estilo, con 3 y hasta 7 compartimentos”.
De acuerdo con una anciana local, cada palafito necesita miles de hojas de palmera. Las mujeres se encargan de recolectarlas y llevárselas a casa utilizando “gui” (cuevanos en la espalda). Al finalizar la construcción, hay que preparar un banquete para celebrar con los vecinos.
Igual que otros grupos étnicos, los Thai conceden importancia al carácter comunitario en la vida cotidiana. Especialmente, cuando una familia construye su casa, toda la aldea se junta para echar una mano.
Al respecto, el aldeano Ha Van Xuan señaló: “Los Thai están muy unidos. Al ver deteriorada la casa de algún vecino, marchan a las montañas con comida ligera y hachas a buscar madera. Juntos seleccionan, talan y se llevan solo una suficiente cantidad de troncos. El día de construcción, vienen para ayudar con cualquier herramienta disponible en su casa o simplemente con su fuerza. No solo el mío, sino también los restantes palafitos en nuestra aldea resultan de tales esfuerzos de la comunidad”.
Las más de cien familias en la aldea But se alojan principalmente en palafitos que heredaron de sus antepasados. Con exótica arquitectura de hace muchas décadas, estas viviendas seguramente intrigarán a los turistas interesados en conocer las tradiciones de la comunidad étnica local.