Los clientes hacen cola para comprar los cupones en el mostrador y luego obtener comida. (Foto: facebook/quanyenvui)

A las 12 del mediodía, el señor Toan, chatarrero, pasa por el restaurante “Yen Vui”, ubicado en el número 136 de callejón 88 de la calle Tran Quy Cap, para almorzar después de una dura jornada de trabajo. Dice que, durante el último mes, ha visitado este establecimiento cada lunes, miércoles y viernes para almorzar pagando tan solo 2 mil dongs por cada porción de comida. Eso le permite ahorrar dinero y poder cubrir otras necesidades.

“Mis ingresos son muy bajos. Además, tengo una enfermedad que afecta mi capacidad laboral. Desde que supe que existía este restaurante de caridad, puedo ahorrar dinero en comida para comprar medicinas”.

Al igual que otros cientos de trabajadores que atraviesan circunstancias difíciles, el señor Toan hace cola para comprar los cupones en el mostrador y después canjearlos para obtener comida. El restaurante abre tres veces a la semana para servir dos tipos de almuerzo: un plato con carne por 2 mil dongs y un plato vegetariano por solo mil dongs. Cualquiera que desee añadir más comida o sopa no tendrá que abonar ninguna cantidad adicional. Además, si después de comer no se siente satisfecho, puede hacer fila de nuevo y comprar otra porción.

En un espacio limpio y amplio con una superficie de unos 40 metros cuadrados, el restaurante se divide en dos áreas, una para servir a los clientes y la otra para la cocina. En el área de servicio hay 2 filas de mesas, suficientes para servir a 3 o 4 personas por mesa. En la puerta del restaurante hay un espacio reservado para dejar la bandeja de comida que se ha utilizado. Con una bandeja en la mano para llevarla al fregadero, la señora Nguyen Thi Hoa, procedente de la provincia norteña de Nam Dinh, confesó que antes vagaba por las calles y se sentaba en cualquier lugar para comer. Nunca antes había podido sentarse en un restaurante tan limpio. Compartió: “Aquí, la comida se vende por solo 2 mil dongs. Antes, tenía que pagar 10 veces esa cantidad por un almuerzo que, además, no estaba tan limpio ni era tan sabroso como el que se vende en este restaurante. Me sorprendió mucho haber sido recibida y servida de una forma tan atenta, por eso, quiero aportar algo a este establecimiento”.

Aunque está en funcionamiento desde apenas de un mes, el restaurante ha atraído a muchos trabajadores y pobladores locales. (Foto: VOV)

El restaurante “Yen Vui” de Dong Da es la decimotercera iniciativa del proyecto para brindar comidas a bajo coste a los trabajadores pobres, patrocinado por la Fundación de Caridad Bong Sen. Sin embargo, se trata del primer comedor que se abre en Hanói y que presenta un rendimiento de entre 120 y 150 comidas diarias. Nguyen Cao Son, a cargo del restaurante, dijo que siempre trata de elegir alimentos con un origen claro y con la garantía de la inocuidad y calidad nutricional.

 “El personal del restaurante siempre piensa que serviremos a los comensales con una actitud abierta y entusiasta, sin importar que sean ricos o pobres, o su nivel de ingresos. También nos esforzamos por proporcionarles comidas elaboradas a base de alimentos seguros e higiénicos. Además, nuestros cocineros calculan y ajustan la cantidad de comidas vendidas para evitar el desperdicio de las donaciones de los filántropos. Esperamos que todos los comensales, cuando vengan a nuestra tienda, disfruten de una comida como la de sus casas”.

El restaurante “Yen Vui” cuenta con seis empleados principales. Cada uno tiene su propio trabajo, aunque le dedique un poco menos de tiempo para poder realizar esta labor. Es por esto que no destinan mucha importancia a los ingresos. Siguen teniendo un salario, aunque solo sea mínimo. Además, en el comedor hay tres estudiantes que trabajan voluntariamente de camareros y limpiadores. El señor Son agregó: “Cada comida se vende por 2 mil dongs, una cantidad simbólica que muestra que los clientes utilizan su propio dinero para comprarla sin tener que pedírselo a nadie. De esa forma, los más desfavorecidos se sienten más cómodos. Por su parte, los empleados del restaurante trabajan con una fuerte voluntad, deseando compartir las dificultades de los trabajadores pobres, en especial en el contexto actual de la pandemia del covid-19. Esperamos que en los próximos tiempos siga desarrollándose este modelo de comedor para poder atender mejor a los más necesitados”.

En las primeras horas de la tarde, aún hay clientes que acuden al restaurante “Yen Vui”. Los trabajadores pospusieron sus labores para servir a los comensales recién llegados cuencos de fideos instantáneos con huevo. Se quedan hasta más tarde, no para intentar vender más, sino porque esperan que estas comidas alivien en buena parte las dificultades que enfrentan los trabajadores más menesterosos.