En una conversación telefónica con su homólogo nipón, el titular iraní afirmó que ningún país de la región puede garantizar la seguridad en un contexto en que los vecinos enfrentan la crisis. Rechazó las acusaciones absurdas de Estados Unidos y sus aliados que atribuyen a Teherán la autoría de los recientes ataques contra plantas petroleras de Arabia Saudita. Reiteró que Washington no tiene pruebas sobre el tema.
El dirigente de Irán reafirmó la disposición de cooperar con otros países para establecer la paz y la estabilidad regional, advirtió de los actos terroristas en las zonas del Este y Oeste de Asia, e instó a una solución global para eliminar tales amenazas.
Además, los dos ministros debatieron sobre la Iniciativa de Paz de Ormuz, un mecanismo de cooperación regional propuesto por Teherán para proteger esa vía estratégica.