El distrito de Quang Binh, en Ha Giang, se fundó hace más de 10 años y hasta la fecha sigue enfrentando dificultades. Aquí, Xuan Giang es una comuna de gran potencial para el desarrollo económico con numerosos productos tradicionales singulares como aguardiente de maíz y salsas de pescado y de carne. En los últimos años, con la orientación y el apoyo de todos los niveles gubernamentales, las aldeas de artesanía tradicional locales se han dado a conocer entre los consumidores, lo que ha contribuido a aumentar el valor de sus productos. Hoang Thi Nga, residente en la aldea de Chi, informó que su poblado ha restaurado la tradición de destilar vino para mejorar los ingresos.
 Beber aguardiente de maíz es una costumbre de los étnicos en Ha Giang. (Foto: ruoungo.com.vn) |
“Antes destilábamos el vino para beber, pero ahora principalmente para vender. Cada mes vendemos de 15 a 20 garrafas de 20 litros. Los ingresos mensuales son de 2 a 5 millones de dongs. Además de la agricultura, nos dedicamos a la venta de vino”, informó Nga.
Cabe destacar que la facturación mensual de la fabricación de vino equivale a entre 87 y 219 dólares estadounidenses. La aldea de Chi tiene casi 130 familias especializadas en destilar vino de maíz con hojas de levadura tradicionales, en asociación con el desarrollo del turismo comunitario. Hoang Van Toan, secretario de la célula del Partido Comunista y jefe del poblado, informó que después de alcanzar los estándares de nueva ruralidad en 2016, el Comité Popular del distrito de Quang Binh orientó y ayudó a los lugareños a desarrollar la artesanía tradicional, convirtiendo el aguardiente de maíz en uno de los productos favoritos de los consumidores.
Van Toan añadió: “La Administración de la aldea también moviliza a la gente para hacer vino de maíz y así los ingresos mensuales aumentan, contribuyendo a mejorar el nivel de vida. Aquí, en promedio, cada hogar puede vender unas cien garrafas de aguardiente al mes”.
En el distrito de Quang Binh hay establecidas 27 cooperativas de producción y servicios agrícolas. El funcionamiento eficaz de estas entidades ha promovido y ayudado a los pobladores locales a mejorar la calidad de los productos agrícolas básicos y la venta de los mismos en el mercado. Vu Tien Thanh, vicedirector de la Cooperativa Agrícola Thanh Thuy, en la comuna de Vi Thuong, distrito de Quang Binh, dijo que gracias al Comité Popular provincial que le otorgó un préstamo sin interés valorado en mil millones de dongs (cerca de 44 mil dólares), su establecimiento, fundado en 2017, logró una facturación de 3 mil millones de dongs (más de 131 mil dólares) en 2019.
“Antes, los aldeanos dependían de pequeños comerciantes en la venta de productos, por lo tanto, no podían llevarlos a los consumidores cuando era necesario. Ahora, pueden venderlos a las cooperativas en cualquier momento a un buen precio”, dijo Thanh.
 Mujeres de la etnia Mong procesan el maíz para destilar el vino. (Foto: ruoungo.com.vn) |
Vi Thuong, en el distrito de Quang Binh, es una comuna famosa por el arroz y los productos derivados de este grano. Después de lograr la renovación rural y la construcción de un modelo de cooperativa eficiente, la vida de las personas ha mejorado notablemente. Long Duc Trung, secretario del Comité del Partido Comunista de Vi Thuong, mostró su alegría al destacar la operación eficaz de 5 cooperativas locales.
“Este modelo de cooperativa es muy práctico. Esto ayuda a las personas a vender productos agrícolas de manera más conveniente. La cooperativa busca socios para los agricultores en otras localidades”, evaluó Trung.
Con el funcionamiento efectivo del modelo de cooperativas y la orientación de desarrollo de las aldeas de artesanía tradicional, los productos agrícolas de Ha Giang, en particular, y de Vietnam, en general se elaboran de acuerdo con los estándares de Buenas Prácticas Agrícolas (VietGAP) y del programa “Cada comuna, un producto” (OCOP). Esta labor garantiza la competitividad de las mercancías en el mercado, contribuyendo así a mejorar el nivel de vida de las familias.