En 2018, algunos agricultores tuvieron que pedir ayuda porque no pudieron encontrar puntos de venta para sus productos. Esto no fue el caso de los cultivadores de lichi de Luc Ngan, un distrito ubicado en la provincia norteña de Bac Giang. De hecho, el balance de la última temporada fue el más satisfactorio: unas 215 mil toneladas de frutas vendidas, equivalentes a cinco billones 800 mil millones de dongs (casi 249 millones de dólares). De este monto, más de 150 millones de dólares fueron los ingresos de la comercialización de lichi, y el resto de la facturación representó los beneficios de los servicios derivados.
El lichi es una especialidad del distrito de Luc Ngan, provincia de Bac Giang |
Para lograr este resultado, Luc Ngan realizó lo que llamaron una “revolución”, encaminándose a una producción profesional, con la planificación de materias primas especiales y la consolidación de la marca comercial. Este proceso ha sido posible por una conexión estrecha entre sus cultivadores y los científicos para mejorar la calidad de las frutas y diversificar sus variedades, así como gracias al apoyo de las empresas y el Estado. Cabe destacar que en este momento, los lichis de Luc Ngan están debidamente etiquetados y presentes tanto en Vietnam como en el extranjero.
Otro ejemplo es Mieng Thuong, en la comuna de Hoa Son, distrito de Ung Hoa, Hanói. Hace 10 años era una aldea agrícola pobre, con viviendas destartaladas. En los últimos años, el comercio de carne de cerdo ha sido un milagro económico para los habitantes de ese poblado, muchos de ellos se han convertido en millonarios.
Estas transformaciones positivas se debieron al aumento de la conexión y la cooperación entre varios sectores de la economía, una medida alentada por las autoridades de Hanói y otras provincias y ciudades del norte.
La conexión en la producción, el comercio y el turismo ha dado los frutos más notables. Sin embargo, en el desarrollo de la agricultura, muchos potenciales y ventajas de las localidades aún no han sido explotados debidamente, lo que requiere de mecanismos, políticas y medidas más eficientes.
Nguyen Minh Truong, miembro de la Asociación de Agricultores de Vietnam, sugirió: “Los agricultores necesitamos estar informados del mercado y los nuevos modelos de producción y comercio. Es bueno movilizar la participación de los cultivadores en esos proyectos, para que los experimentemos y veamos sus efectos económicos y luego, expliquemos sobre su implementación para multiplicarlos en la población rural”.
En términos de la conexión entre los agricultores y los distribuidores, el viceprimer ministro Vuong Dinh Hue confirmó que el Gobierno vietnamita ha dado muchos pasos en esta dirección a fin de reducir los gastos innecesarios para los intermediarios en la distribución de los productos y aumentar los ingresos de los cultivadores. Destacó la colaboración entre los mismos agricultores en las cooperativas agrícolas como una medida necesaria, urgiendo al papel proactivo de sus miembros mientras el Estado desempeña el rol de puente y apoya con sus políticas y mecanismos preferenciales. Además, hizo hincapié en la importancia de expandir el mercado teniendo en cuenta el potencial de cada región.
El subjefe de Gobierno aclaró: “No es solo el mercado interno, con sus 90 millones de habitantes, sino el global de 7 mil millones de personas. Para el acceso de un mayor número de consumidores a las mercancías vietnamitas, debemos reestructurar la producción aprovechando el potencial de cada región y según las demandas en el país y el exterior”.
Vuong Dinh Hue reiteró que los dos temas esenciales para aumentar la conexión entre los agricultores, los científicos, las empresas y el Estado consisten en garantizar la salida de los productos y la cooperación intersectorial, para promover la reestructuración de la agricultura del país indochino en la nueva etapa y contribuir a la construcción de su nueva ruralidad.