A través del proceso de integración y desarrollo, las inversiones extranjeras directas (IED) han sido una zona dinámica, contribuyendo activamente al desarrollo de Vietnam en cada etapa. Hasta finales de 2017, el país indochino puso en marcha 24 mil 748 proyectos activos de IED con un capital de 318,72 mil millones de dólares, una cifra notable en este campo. Generalmente, la contribución de este sector al desarrollo socioeconómico vietnamita es mayor.
Nguyen Van Toan, vicepresidente de la Asociación de Inversiones Extranjeras Directas de Vietnam, estimó: “30 años es un camino bastante largo. No diríamos que los recursos financieros extranjeros fuera una salvación para la economía vietnamita, pero realmente han aportado en gran medida a los logros económicos de nuestro país. Ayudaron a solventar la cuestión de capital para el crecimiento, aumentar la capacidad administrativa y laboral nacional, así como a crear un factor catalizador que estimula la integración global de Vietnam”.
Una cadena de producción de carcasa de automóviles en la empresa Casumina
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A principios de los 90, cuando Vietnam tenía un excedente de mano de obra, pero carecía de empleos, las IED solucionaron esos problemas y elevaron la posición de los trabajadores vietnamitas. Durante el tiempo en que laboraron en empresas con IED, ellos acumularon abundantes experiencias en diferentes aspectos como estilo industrial, cultura empresarial, habilidades profesionales y nivel de idiomas extranjeros. Además, los capitales foráneos han ayudado a impulsar el proceso de industrialización en Vietnam, promover la tecnología, así como introducir nuevos métodos de negocios.
Hasta la fecha, se reportan más de 23 mil empresas con IED activas en Vietnam, cubriendo tres campos: industria de procesamiento-manufactura, bienes raíces, y producción de gas licuado. Sus capitales representan cerca del 25% de las inversiones movilizadas en la sociedad.
Corea del Sur, Japón y Singapur son líderes inversores en Vietnam. Mientras, el hecho de que varias empresas de Japón, Corea del Sur y Estados Unidos, entre otros países, introdujeran sus productos de alta tecnología ayuda a mejorar la calidad y el valor inversionista.
Un ejemplo destacado es la corporación surcoreana Samsung, que trazó la meta de construir su base más grande en Vietnam y recientemente estableció un centro de investigación y desarrollo con 2 mil ingenieros, lo que constituye una condición muy favorable para adquirir adelantos tecnológicos mundiales.
El centro de investigación y desarrollo de la empresa surcoreana Samsung en Vietnam
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Le Tien Anh, un obrero en el mencionado centro, compartió:
“No nos encargamos de los trabajos duros desde los primeros días de nuestra contratación, sino que debemos pasar por muchas pruebas. Hemos demostrado que que los trabajadores vietnamitas somos capaces de satisfacer las exigencias de Samsung”.
En los últimos 30 años, las fuentes financieras extranjeras han contribuido sustancialmente al crecimiento y a las exportaciones vietnamitas. Por otro lado, han sido vitales para el mejoramiento de los recursos humanos, un factor básico para la integración y el desarrollo. En el futuro, el gobierno vietnamita ofrecerá condiciones favorables a fin de conectar la zona de IED y la comunidad empresarial doméstica, para facilitar la participación de las entidades nacionales en la cadena de valor global, contribuyendo al despegue tecnológico y la potenciación de la economía nacional.