Mujeres Co Tu elaboran pasteles para el R'dao. (Foto: VOV) |
El R’dao se practica en la comunidad Co Tu desde hace mucho tiempo. No se trata de visitas simples, sino con ofrendas como las de las bodas y muchos regalos. Si una chica se casa y vive lejos de su hogar materno, sus padres y hermanos parten en la madrugada de un día de los festejos por el Año Nuevo para ir a visitarla. Pero si la pareja se encuentra cerca, las visitas se efectúan por la tarde.
Colau Bhlao, radicado en la aldea Voong, de la comuna de Tr’hy, dejó saber que visitan a sus dos hijas una tarde. “Mis hijas viven con sus esposos en este mismo poblado, por eso nos es fácil visitarlas. Lo hacemos todos los años, ya que esta es una tradición ancestral destinada a manifestar la atención y el cariño a las hijas, así como a estrechar las relaciones entre las familias”, dijo.
Para estas visitas se preparan regalos como los de las bodas, aunque no necesitan ser tan abundantes ni tan rimbombantes. En general, la cantidad y el valor de estos dependen de las condiciones económicas de cada hogar y sus ingresos durante el año. Las familias ricas realizan dos visitas anuales, llevando a sus hijas xoi (arroz glutinoso cocinado al vapor), com lam (arroz cocido en tubos de bambú), animales de dos patas como gallos y patos, además de pescados y ropas de brocado, entre otros presentes. Las de situaciones menos favorables hacen una sola visita al año y con llevan menos regalos.
La comida entre las dos familias. (Foto: VOV) |
Colau Hoa, hija de Colau Bhlao, expresó con emoción al recibir en su casa a sus padres y hermanos.
“Me casé hace 10 años, y mis padres y hermanos me visitaron todos esos años. Si algún año no pudieran visitarme me sentiría muy sola, disgustada y abandonada. En nuestra comunidad esta práctica es obligatoria. Como en los calendarios anteriores, mis padres y hermanos me trajeron xoi, com lam, un gallo, un pato y pescadores. Es muestra de la atención y el afecto reservados a mí y la familia de mi marido para una mejor conexión entre ambas en el año nuevo”.
En esta ocasión, los visitantes suelen ser invitados a quedarse para disfrutar de una comida familiar. Alang Bhlaanh, un representante del hogar del yerno, dijo: “Para responder al cariño de los visitantes, como dueños de la casa los invitamos a comer junto con nosotros, con platos hechos de la carne de animales de cuatro patas como res y cerdo. No consumimos las comidas que les ofrecemos, ni ellos lo que traen. Según creencias populares, enfrentaremos infortunio si hacemos lo contrario”.
Muchas melodías tradicionales de la etnia Co Tu se derivan de estas comidas. Los propietarios y los visitantes intercambian cantos, y si alguien no canta, disfruta de la sesión.
Llega la noche, se despiden en un ambiente afectuoso. Los padres suelen pernoctar en la casa de su hija, mientras los hermanos y tíos pueden quedarse o irse según les apetezca. Al día siguiente, los suegros echan en un cuévano la carne de res y de cerdo y otras comidas que quedaron del banquete de la víspera y se lo brindan a los padres de su nuera. Entonces, se dan la cita para el próximo año con alegría y unos lazos más fortalecidos entre las dos familias.