La aldea de Lao Chai, con 76 familias, es la de mayor población de la etnia Ha Nhi Den en la comuna de Y Ty, del distrito de Bat Xat, provincia de Lao Cai (Foto: thegioidisan.vn)

Su construcción requiere una esmerada preparación. Solo seleccionar la madera para la casa ya es bastante trabajoso. Los autóctonos deben elegir una fecha adecuada para este paso unos meses antes de levantar la vivienda, reveló Tran Huu Son, vicepresidente de la Asociación de Artes Folclóricas de Vietnam. “Hay cosas que se deben evitar al buscar madera con que construir las casas tradicionales. Por ejemplo, nunca lo hacen en la estación de lluvia. Tampoco si en el camino aparece una serpiente, señal de malos augurios. Además, quienes se encargan de cortar el árbol para llevarlo a la aldea deben ser jefes de linajes o personas de prestigio en la comunidad”.

En referencia al cuidado especial con el que ejercen esta tarea, Ly Mo Xa, oriundo de la aldea de Kin Chu Phin 2, en la comuna de Nam Pung explicó: “Escogemos una buena fecha para ir a buscar madera a fin de evitar las plagas que podrán afectarla en el futuro. Normalmente, solemos hacerlo el 2 o 3 de febrero sin importar si corresponde o no al calendario gregoriano. Para nosotros, los troncos golpeados por un rayo no sirven aunque sean hermosos, ya que según nuestra creencia, los que edifican casas con un material así sufrirán pérdidas impredecibles”.

Las paredes de estas viviendas tradicionales son hechas de arcilla comprimida, resistentes a los impactos del tiempo y del clima del lugar (Foto:tienphong.vn)

También de acuerdo con la filosofía ancestral de esta etnia, las bendiciones que recibe una familia dependen mucho de la posición de su vivienda. Buscan por lo general terrenos cercanos a los manantiales de agua para erigir casas, cuya parte trasera debe apoyarse en la montaña. Además, la puerta de la casa tiene que dirigirse al campo y evitan a toda costa que miren hacia las tumbas.

Casi todos los hombres locales dominan las técnicas de construcción de las casas tradicionales llamadas “nha trinh tuong”. Debido a que la tierra es su material principal, solo las edifican en la estación seca, es decir desde el mes de agosto hasta diciembre lunar. La vivienda de Ly Di Go, en la aldea de Kin Chu Phin 1, de la comuna de Nam Pung, construida hace unos diez años, parece un fortín de color pardo sobre el fondo verde de los exuberantes árboles. El hombre se mostró orgulloso al hablar de la casa típica de su pueblo. “Estas viviendas tienen paredes gruesas, de 40 centímetros, y  hechas de arcilla mezclada con piedras, lo que garantiza una estructura sólida y seca. La tierra que utilizamos para las paredes debe ser sacada de excavaciones profundas, seca pero pegajosa”.

Sin lugar a dudas, el paso más trascendental y de obligado conocimiento para los hombres de esta comunidad es levantar las paredes. Primeramente se preparan moldes de madera de unos dos metros de largo y de 50 a 70 centímetros de ancho, los cuales son llenados de arcilla y piedras. Luego, se aplasta esta masa con morteros de madera hasta comprimir el material. Terminada la primera capa de pared, desmontan los moldes para crear una nueva y el trabajo se repite 5 o 6 veces.  Las paredes, de 4 a 5 metros de altura, permiten a los autóctonos mantenerse cómodos dentro de su casa pese al intenso y largo frío de la zona montañosa. Ly Mo Xa añadió: “Aplastar la tierra es una técnica muy importante. Si no se hace de modo coordinado, las paredes pueden colapsar”.

Las casas de tierra de los Ha Nhi Den en armonía con la naturaleza crean un paisaje encantador (Foto:tienphong.vn)

Otra particularidad de esta estructura es su techo a cuatro aguas, cubierto de varias capas de paja. Cuantas más gruesas sean estas, tanto más resistentes quedan. Si miden 30 centímetros pueden durar de cinco a seis años.

Según el doctor Tran Huu Son, semejante construcción refleja un comportamiento armónico de esta etnia con el entorno que le rodea. El experto destacó: “Las casas de los Ha Nhi Den, a pesar de su forma cuadrada, parecen redondas. Antaño, sus paredes tenían aspilleras como las de las fortalezas. Esta estructura es considerada como un área de defensa, pero hay algo más importante, es que refleja su forma de adaptarse al entorno y a las condiciones climáticas rigurosas, la alta humedad y la densa niebla. Las gruesas paredes de tierra les permiten evitar el moho y mantener una temperatura agradable en la casa tanto en verano como en invierno”.

En el transcurso de cientos de años desde que sus ancestros se establecieron en esta zona bajo las casas-hongos, los Ha Nhi Den mantienen intactas muchas de sus costumbres arraigadas. Sus viviendas y tradiciones devienen uno de los mayores encantos de este pueblo ante los ojos de los visitantes ávidos de descubrir y disfrutar de sus valores culturales originales.