La familia del novio se prepara para ir a recoger a la novia en su casa. (Foto: suckhoedoisong.vn)
|
Para los Dao Do en el distrito de Ham Yen, provincia de Tuyen Quang, antes como ahora resulta indispensable recurrir a un maestro especializado en leer cartas natales para ver si los que se van a casarse, sea por el amor o sea por el arreglo de sus padres, son el uno para la otra. Si los cálculos adivinatorios van bien, ambos pueden contraer matrimonio sin problema. Al contrario, no habrá boda alguna.
Además del referido procedimiento, la familia del novio debe realizar al menos tres visitas a la casa de su futura esposa antes del casamiento para plantear las relaciones conyugales de los dos enamorados y ayudarlos a preparar su boda.
Según las tradiciones ancestrales, en el primer encuentro la familia del pretendiente lleva a un casamentero o una casamentera, que es una persona de prestigio, conocedora de la cultura tradicional de los Dao Do y comunicadora. Esta persona ayuda al novio y a su familia a convencer a la familia de la novia de acordar una fecha para el pedido de mano en la segunda cita. En el tercer encuentro llevan cerdo, gallo, arroz, aguardiente y otras cosas para aportar a la preparación de la boda, aunque la cantidad de dotes depende de las condiciones económicas de cada hogar.
Trieu Van Chien, residente en la comuna de Tan Thanh, dejó saber: “Debemos pedir la ayuda de un experto para escoger una fecha auspiciosa para las ceremonias nupciales, además de asegurar que no haya ninguna inconveniencia sobre todo en relación con la fecha de nacimiento de los novios y de sus padres. Se suele basar en un libro especial para consultar eso”.
La novia del grupo étnico Dao Rojo debe cubrir su rostro con un pañuelo al ser recibida por su futuro marido. (Foto: VOV) |
Para la boda se llevan a cabo muchos procedimientos, los cuales contienen los valores de la cultura espiritual, así como la historia del pueblo Dao Rojo. Estos procedimientos se realizan principalmente en la vivienda del novio, mientras que la familia de la novia solo efectúa una comida sencilla el día en que ella va a vivir junto a su esposo en la casa de éste.
Anteriormente, en este pueblo una boda duraba de dos a tres días con muchos pasos, cada uno con un importante significado espiritual para los autóctonos. Pham Ngoc Hiep, funcionario del Centro Cultural de la provincia de Tuyen Quang, dio a conocer: “Hoy en día, en la vida moderna, las bodas de los Dao Do han sido simplificadas. Sin embargo, mantienen los procedimientos principales según las costumbres arraigadas. En cuanto a la duración, ahora se llevan a cabo en un solo día”.
Lo más destacado en las bodas de los Dao Do en el distrito de Ham Yen, provincia de Tuyen Quang, es la ceremonia de recogida de la novia. La delegación de la familia del novio, que incluye al esposo, por supuesto, al casamentero, a los padrinos de boda, instrumentistas y portadores de dotes, siempre debe representar una cifra impar.
Los sonidos de gongs, címbalos y campanas animan todo el camino por el que pasa la delegación. A la llegada de la casa de la futura esposa, el casamentero pide el permiso de la familia política para poder recoger a la mujer.
El rostro de la novia deber estar cubierto por un pañuelo de colores negro y rojo. De acuerdo con las costumbres, se prohíbe que ella vea el sol antes de llegar a la casa de su hombre, para evitar la mala suerte. El novio tampoco puede ver la cara de su amada hasta que finalicen los rituales de veneración a los antepasados. El funcionario del Centro Cultural de la provincia, Pham Ngoc Hiep, explicó: “Una de las características más destacadas en la boda del grupo étnico Dao Do es el traje tradicional de brocado que usa la novia. Este tiene ricos motivos decorativos elaborados por las mismas mujeres indígenas. El traje de boda, junto con los rituales nupciales, cristaliza los valores culturales más singulares de los Dao Do”.
Al llegar a la casa del novio, la procesión de la esposa tiene que esperar a que el sacerdote haga un informe a los antepasados para luego poder entrar a la casa de su marido. En el momento de la ceremonia, la mujer se para frente al altar esperando que el hombre sea conducido por su familia con un pañuelo en la cabeza idéntico al de ella. Después de 30 días de las ceremonias nupciales, la pareja lleva gallos y aguardiente a la casa de la esposa para visitar a sus padres y parientes, fomentando de ese modo las relaciones entre las dos familias y continuando preservando las costumbres ancestrales de la etnia.