Un tazón de banh da cua. (Foto: The Hung/VOV) |
Desde la madrugada, Phuong, una visitante proveniente de Lai Chau, decidió comenzar su recorrido gastronómico en Hai Phong, con la primera parada en un local callejero de banh da cua en Cau Dat (se trata de una sopa de fideo con cangrejo).
Saboreando las cucharitas de caldo aún caliente, servido en un bol con una nutritiva guarnición de mariscos y vegetales, la turista quedó gratamente impresionada: “Me ha llamado mucho la atención este plato ya que siempre se han referido a él como un manjar icónico de Hai Phong. Recorrí cientos de kilómetros desde mi casa hasta acá y al probar esta deliciosa sopa, siento que de verdad valía la pena realizar este viaje culinario. El caldo y la carne de cangrejo son muy sabrosos y los fideos tienen una textura perfecta”, expresó Phuong.
Ingredientes de ese plato icónico de Hai Phong. (Foto: The Hung/VOV) |
Los mismos habitantes locales comparten que son capaces de comerla todas las mañanas, así confirmó el residente Vu Anh Tuan: “El que vive lejos de casa lo extraña mucho y siempre que vienen algunas amistades de otra provincia, los llevamos a probar este manjar ya que es uno de nuestros platos más icónicos. Para degustar el sabor más auténtico de una sopa de fideo con cangrejo, deben acudir a la intersección de Trai Linh en la calle Lach Tray. Aquí hacemos el mejor plato de banh da cua en todo el país”.
Banh mi cay (pan picante) es otro manjar irresistible de Hai Phong. Se trata de una mini baguette del tamaño de dos dedos con relleno de paté y salsa picante. Los residentes de esta ciudad portuaria tienen sus propias recetas para conquistar a cualquier paladar que lo deguste. Muchos visitantes se llevan docenas de panes a casa como “souvenir” de su viaje culinario.
Banh mi cay (pan picante) es otro manjar irresistible de la ciudad portuaria. (Foto: The Hung/VOV) |
En todo el país abundan los puestos callejeros que ofrecen caracoles al estilo Hai Phong, pero degustar esta especialidad en su lugar de origen es una experiencia gastronómica auténtica y llena de sabor. Esto se debe a la abundancia de caracoles frescos en sus costas, la destreza culinaria de sus habitantes para crear diversas preparaciones, y la salsa tradicional que acompaña cada plato.
Thu Trang, una residente en Hanói dio el viaje de dos horas hasta Hai Phong sólo para comer caracoles.
“Los caracoles en Hai Phong se preparan de muchas maneras: salteados con tamarindo, con leche de coco, a la parrilla con huevo salado... Los sabores son intensos y picantes, ¡para chuparse los dedos! Además de caracoles, hay mariscos, nem chua frito (carne de cerdo fermentada) y otros bocados. Cada vez que voy a Hai Phong, tengo que ir a un local callejero de caracoles de aquí. He probado muchos puestos diferentes y todos son deliciosos. Le doy un 10 sobre 10”, compartió con entusiasmo Trang.
Los platos típicos de Hai Phong tienen un sabor propio, libre y generoso como el espíritu del mar. (Foto: The Hung/VOV) |
Además de los tres platos más icónicos mencionados anteriormente, Hai Phong cuenta con numerosos manjares típicos como la carne de cerdo fermentada en el mercado Do (nem chua), postre de coco (dua dam), sopa de fideo de pescado picante, rollo de primavera frito con relleno de cangrejo (nem cua be), panqueque de arroz (banh beo), …
La gastronomía de esta ciudad norteña es reconocida por la combinación armoniosa entre lo sencillo y popular y el espíritu audaz y creativo de sus habitantes costeros.
La riqueza culinaria de Hai Phong es una gran atracción de esta ciudad portuaria. (Foto: The Hung/VOV) |
Sobre la singularidad gastronómica de la ciudad de Hai Phong, Tran Thi Hoang Mai, directora del departamento de cultura, deporte y turismo de la localidad, enfatizó: “Hai Phong posee una cultura gastronómica única y vibrante. A diferencia del refinamiento y la sofisticación que definen la cocina de Hanói, o de la elegancia sutil y el cuidado estético de la culinaria real de Hue, el encanto de la cocina de Hai Phong reside en su carácter audaz y marinero, forjado a través del tiempo gracias a la interacción cultural y la capacidad de conservar un sabor propio, libre y generoso como el espíritu del mar”.
Para saborear a plenitud la riqueza culinaria de Hai Phong, lo ideal es llegar con el estómago vacío, el espíritu abierto al placer de comer, y sobre todo, dedicarle un tiempo que sea más de un solo día.