Las “Clases de la Juventud” dan alegría y ánimo a los jubilados y personas de avanzada edad. (Foto: HTV) |
Todas las semanas, la Sra. Truong Thi Yen, de 69 años y residente de la calle Pham Ngoc Thach, distrito capitalino de Dong Da, y sus amigos, asisten a una clase de canto en el callejón de Thinh Hao, perteneciente a dicho distrito. El curso está destinado a personas recién jubiladas o retiradas del trabajo desde hace tiempo, como ella. Aquí la música y el intercambio con los que comparten la misma pasión por el canto les dan alegría y mucho ánimo.
Escuchamos a dos señoras-estudiantes de esta clase:
“La música me llega de forma muy natural. Siento que mi vida cobra sentido y se vuelve más placentera gracias a ella”, expresó una mujer.
“Esta clase nos hace regresar a la juventud. Aquí nos sentimos como si volviéramos a ser jóvenes”, dijo otra.
El maestro Nguyen Ngoc Uy dando instrucciones de canto. (Foto: HTV) |
Clases de canto y entrenamiento vocal como las de la Sra. Yen son cada vez más comunes en grandes ciudades de Vietnam como Hanói. Estas reciben muchos estudiantes entusiasmados con la música.
A la clase del maestro Nguyen Ngoc Uy, en la calle Ton Duc Thang, distrito de Dong Da, acude una gran cantidad de personas de avanzada edad. Su objetivo no sólo es practicar el canto y afinar su voz, sino también nutrir su alma y prolongar su juventud. Ngoc Uy compartió: “Lo especial es que los participantes en mis cursos son muy apasionados y disponen de mucho tiempo para practicar. Cantar ayuda a mejorar la salud, a recuperar la juventud y a mejorar la memoria. Veo que lo hacen con mucho entusiasmo, sin faltar a ninguna clase, haga sol o llueva”.
Nguyen Thi Thu Hien, residente en la calle Phan Ke Binh, distrito de Ba Dinh, una “alumna” de una de esas clases “de la juventud”, expresó: “En la vida moderna necesitamos equilibrio. Aprender a cantar hace que mi vida vuelva a ser alegre. Tengo más energía, amo más la vida y soy feliz al conocer amigos que comparten esta afición”.
Los participantes de estas clases son en su mayoría mujeres amantes del canto. (Foto: HTV) |
Una noche de fin de semana, Hanói brilla bajo las luces de las calles, con su característico ajetreo, de personas y de vehículos. En una pequeña habitación en el centro de la ciudad capital, la Sra. Yen y sus compañeros se maquillan, se peinan y se visten con la ropa más colorida. Hoy, suben al escenario para actuar. Es solo un mini-escenario, pero estos aficionados se sienten animados, porque les da chance para expresar su pasión por el canto.
Las canciones que aprendieron ahora se interpretarán y se entonarán entre ellos. La Sra. Nguyen Thuy Hang, miembro de la clase, compartió: “He cambiado mucho desde que empecé a cantar. Me siento más relajada y optimista, y además puedo transmitir esta energía positiva a mi familia. Mi esposo y mis hijos me animan mucho a seguir en esta clase”.
A su vez, la Sra. Dinh Hoa, otra miembro de la clase, compartió: “Después de aprender a cantar y actuar, siento que mi vida ha cambiado para bien. Ya no hay estrés, sino más disfrute de la vida y una interacción de calidad con personas de mi edad”.
Sin un escenario muy esplendoroso, y con un público compuesto sólo por familiares y amigos, para estas mujeres que han pasado la edad mediana, cada función es un momento para vivir plenamente la música, para volver a sentir la alegría, la juventud y el valor de la vida en una Hanói que se transforma cada día.