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Con más de 30 años dedicados a la recopilación e investigación, Nguyen Tu Xuyen, radicado en el barrio de Tan Loi, de la ciudad de Buon Ma Thuot, posee actualmente una colección de más de 20 mil objetos; muchos de ellos están asociados con la cultura de la tierra de Tay Nguyen (Meseta Occidental). Entre ellos se pueden mencionar distintos instrumentos musicales tradicionales como gongs y batintines, así como jarras, joyas y utensilios de culto de minorías étnicas autóctonas. Estos, sin duda, representan para él un gran tesoro. Sin embargo, desde 2018 se ha sumado a la campaña promovida por el Museo de Dak Lak de recibir donaciones de particulares. Durante los últimos 4 años, Tu Xuyen ha donado decenas de artefactos, incluidos los íntimamente asociados a sus recuerdos de las Tierras Altas Centrales.
“He donado al museo algunos de mis objetos favoritos. De este modo, el museo puede ponerlos al servicio del público. Esta decisión partió de mi voluntad propia. Sé que existe una gran cantidad de artefactos recopilados por coleccionistas privados. Quiero ser un pionero llevando parte de nuestras colecciones a un lugar seguro para su preservación permanente. Para ello confío en el museo de Dak Lak”, dijo.
A su vez, desde 2019 hasta ahora, Vo Minh Luan, residente en el barrio de Thang Loi, también en la ciudad de Buon Ma Thuot, ha donado al museo de Dak Lak más de 20 documentos y artefactos de sus colecciones sobre las Tierras Altas Centrales. Entre ellos destaca una vasija de cerámica con imágenes del típico festival de sacrificio de búfalos de Tay Nguyen y un par de elefantes del mismo material, ambos objetos pertenecientes a la línea de cerámica de Bien Hoa producidos en las décadas de los 70 y 80 del siglo pasado. También se incluyen ejemplares únicos de libros escritos sobre la tierra altiplánica titulados “Nos comimos el bosque”, “Mágica tierra” y “Colores de Tay Nguyen”.
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Por otro lado, Minh Luan invitó a los otros coleccionistas del Club de Antigüedades de Thuan An, del que también es miembro, a unirse a la iniciativa del museo de Dak Lak. Como coleccionista e investigador, sabe muy bien lo valioso del legado cultural preservado por las generaciones pasadas, y desea seguir sus pasos. Por lo que, no solo realiza donaciones al museo provincial, sino a varios otros museos de Vietnam.
“Cada año, cuando el museo de la provincia de Dak Lak promueve donaciones y organiza exposiciones, participo sin vacilación. Creo que esta es una actividad significativa y práctica para salvaguardar el legado que nos dejaron nuestros ancestros, así como la cultura de Tay Nguyen, nuestra tierra natal. Mi deseo más fervoroso es que mis donaciones se exhiban aquí para que el público los pueda apreciar y que el movimiento de recolección y donación de artefactos antiguos a los museos se ha extendido dentro y fuera de la provincia para así contribuir más a la preservación de los tesoros culturales del país”, señaló.
La movilización del aporte del sector privado a las actividades culturales, incluida la recolección y donación de documentos y objetos para la exposición y promoción de museos, ha contribuido a despertar el sentido de responsabilidad del pueblo en la salvaguardia y la promoción de las herencias culturales nacionales, tanto materiales como inmateriales. Desde 2018, cada año el museo de Dak Lak moviliza donaciones de individuos y organizaciones dentro y fuera de la provincia. De esta manera, ha podido sumar a su depósito más de 1700 documentos y artefactos, muchos de ellos raros y preciosos que ni siquiera los principales museos del país tienen. Dinh Mot, director del Museo Dak Lak, dijo: “En los últimos cuatro años recibimos anualmente una gran cantidad de donaciones de dentro y fuera de la provincia de Dak Lak. Muchos coleccionistas, por los impactos del covid-19 no podían entregar personalmente sus aportes, pero aun así nos los enviaron de una u otra forma. Esto es muy importante para la preservación de la colección de objetos preciosos y escasos y evitar los posibles desperdicios, ya que sin las debidas condiciones muchos materiales pueden echarse a perder”.
Para los coleccionistas, cada objeto representa una historia asociada con el proceso de búsqueda y recolección, e incluso con un íntimo recuerdo personal. Pero, junto a la nostalgia que queda cuando uno se despide de lo que le es muy allegado por un largo tiempo, sienten el orgullo de haberse sumado a un trabajo significativo, que contribuye a preservar y promover los valores culturales de la nación.