Un total de 60 aviones de combate israelíes atacaron lanzadores de misiles balísticos utilizados por Irán para sus ofensivas anteriores contra el país hebreo.
Según la misma fuente, desde el inicio de la campaña, el 13 de junio, Israel ha destruido el 40 % del arsenal misilístico iraní y más de 70 sistemas de defensa aérea. Teherán, la capital de Irán, se encuentra entre las zonas más golpeadas por los bombardeos israelíes.
Por su parte, el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC) declaró haber lanzado ataques con misiles balísticos de alta precisión contra múltiples objetivos estratégicos en Israel, incluida la sede de la agencia de inteligencia militar del Ministerio de Defensa en Tel Aviv.
El ejército israelí confirmó que Irán atacó con misiles balísticos el 17 de junio contra ciudades como Tel Aviv y el puerto de Haifa. Estos ataques causaron daños significativos en infraestructuras y dejaron numerosos civiles heridos. Sin embargo, autoridades de esta nación hebrea subrayaron que, a pesar de que la frecuencia de los ataques iraníes aumentó, la escala y la cantidad de misiles empleados en estas ofensivas disminuyeron en comparación con los días anteriores.