Equipos de rescate en la zona de impacto tras un ataque con misiles lanzado por Irán contra Israel, en Rishon LeZion, el 14 de junio de 2025. (Foto: REUTERS/Ronen Zvulun) |
Irán lanzó misiles hipersónicos contra territorio israelí, mientras que Tel Aviv respondió con bombardeos sobre objetivos estratégicos en Teherán, incluida la sede del Ministerio de Defensa.
Según la agencia iraní Mehr, la Guardia Revolucionaria disparó misiles balísticos de alcance medio que causaron graves daños, dejando al menos tres muertos y más de 200 heridos, muchos de ellos en estado crítico.
En represalia, Israel atacó varias instalaciones en la capital iraní, incluidos depósitos de petróleo.
El presidente iraní, Masoud Pezeshkian, advirtió que habrá una “respuesta más severa y contundente” si Israel mantiene su ofensiva.
Desde Washington, la Casa Blanca descartó una intervención militar directa, aunque instó a reanudar las negociaciones de paz. Por su parte, Egipto y Turquía hicieron un llamamiento al diálogo entre Estados Unidos e Irán, con la mediación de Omán.
Ante la creciente tensión, Jordania volvió a cerrar su espacio aéreo, mientras que Iraq intensificó sus gestiones diplomáticas para evitar una implicación directa en el conflicto. Hezbolá, por su parte, anunció que no participará en acciones de represalia coordinadas con Irán.