Los fines de agosto y los inicios de septiembre son los días de mayor animación laboral en Tu Van. Los artesanos locales trabajan con máxima capacidad para producir la bandera nacional con motivo de la celebración de una de las efemérides más importantes del país.
En el taller de cientos de metros cuadrados de la familia de la Vuong Thi Nhung, tercera generación empeñada en confeccionar la bandera nacional, se completan las diferentes etapas de elaboración, desde el corte de telas de diversos tamaños hasta la impresión de estrellas y logotipos, el bordado y la costura.
 El bordado a mano de la bandera nacional. |
Según la artesana Le Thi Tinh, este trabajo requiere mucha precisión, meticulosidad y por supuesto pasión. Por lo contrario, no se realizaría con la profesión. La razón es que, ya sea en la selección de la tela, el bordado, la impresión y la mezcla de colores, el corte de las estrellas, la combinación de hilos, la creación de logotipos y la insignia en cada bandera, no se permite ningún error.
La costura de la bandera nacional expone muchas dificultades en comparación con otros productos. Cada hogar en Tu Van tiene su propio secreto, compartió la señora Le Thi Tinh, de 80 años de edad. Ella ve su oficio como una herencia a transmitir de generación en generación. “Los habitantes de Tu Van seguimos muy apegados a nuestra profesión tradicional. Actualmente, somos principalmente las personas mayores las que fabricamos las banderas. Los jóvenes van a buscar trabajo a las ciudades más grandes. Pero estoy segura de que cuando se jubilen volverán aquí para coser banderas”, dijo.
El bordado, el tejido y la costura son tradiciones firmemente arraigadas en la aldea y sus productos son afamados tanto en el país como en ultramar. Esta fama está asentada en Hanói, donde varios pobladores de Tu Van abrieron tiendas en las calles de Hang Bong y Hang Gai, destinos conocidos en la capital por esta mercancía.
Fue en agosto de 1945 cuando los artesanos de Tu Van realmente hicieron historia. El 19 de agosto de aquel año, cuando estalló la Revolución de Agosto, las calles de la metrópoli se engalanaron con banderas rojas, las cuales fueron confeccionadas por los costureros de Tu Van, que confirmaron así vívidamente su oficio tradicional.
 "Artesanas" jovenes y mayores de la aldea de Tu Van. |
El taller de Vuong Thi Nhung está en pleno apogeo. No se espera menos de un lugar donde se confeccionan las banderas que acompañan las victorias de la selección nacional de fútbol como las en el Campeonato del Sudeste Asiático 2018 y los trigésimos Juegos del Sudeste Asiático de 2019 (SEA Games 2019). Ella dijo: “Cuando hay grandes pedidos, tenemos que contratar a decenas de trabajadores que se turnan día y noche. Aquí hacemos banderas y pancartas. Es un trabajo apasionante, pero bastante cansado, incluso con las máquinas, que nos lo ponen un poco más fácil”.
Mientras muchas familias de Tu Van usan máquinas para conseguir eficiencia y rentabilidad en la profesión, algunas siguen trabajando a la antigua. Este es el caso de Dang Hong Hieu, quien puede presumir de ser el último artesano en elaborar banderas a mano. El hombre siempre elige hermosas telas del pueblo de La Khe, en el distrito de Ha Dong (Hanói), y los hilos de la aldea de Trieu Khuc, también en la capital. Corta las banderas con cuidado y se asegura que la estrella esté perfectamente centrada. “Estoy muy orgulloso de mis banderas bordadas porque a menudo se colocan en instituciones estatales y se usan durante los desfiles militares”, señaló.
La preocupación por la transmisión de la profesión es compartida en la aldea, a pesar de los muchos niños que aprenden a elaborar las banderas, como Thu Trang, que a la edad de 15 años es muy consciente de que está contribuyendo a perpetuar una tradición. “Elaborar una bandera a mano requiere mucho más tiempo que hacerlo a máquina. Se tarda dos o tres días. Es una tradición familiar de la que estoy orgullosa”, expresó.
Las banderas nacionales elaboradas por los artesanos de Tu Van abastecen no solo a Hanói, sino también a las distintas localidades del país. Los aldeanos están orgullosos de esto, y de contribuir de alguna u otra forma a la defensa de la independencia y soberanía nacional.