Para fabricar un tambor artesanal se requieren más de 20 pasos manuales y una elaboración primorosa. (Foto: baolongan.vn) |
A finales del siglo XIX, los pobladores de Binh An, perteneciente a la provincia sureña de Long An, comenzaron a fabricar los primeros tambores artesanales, fundando así una de las primeras aldeas de artesanía tradicional de la localidad. Los instrumentos que producen son conocidos por su excelente calidad, su estética cuidada y, sobre todo, por sus sonoridades únicas.
En la actualidad, una docena de familias aún practican este oficio, pero la más conocida es la familia Nguyen.
Nguyen Van Men es el propietario de la primera fábrica de tambores en Binh An. Nguyen Van An, hijo de Men y propietario del taller de tambores Tu An, compartió que se requieren más de 20 pasos manuales para fabricar un tambor.
“El primer paso es cortar la madera en tablones, seguido de doblar los mismos en figuras curvadas, cepillarlos, ensamblar el barril y, finalmente, pulirlos. Después de cepillar los tablones, los curvados, que han sido secados al sol, se atan con un aro de ratán, se aprietan bien y se cubren con cuero. El sonido del tambor bat nha (sabiduría) y del tambor de graves es profundo. Los tambores de danza del león suenan diferente y tienen un tono más agudo. Su sonido debe ser lo suficientemente resonante para instar al león a saltar”, dijo An.
Nguyen Van An es artesano de la quinta generación en la aldea de Binh An aún aferrado al oficio legado por los antepasados. (Foto: VNA) |
En la aldea de Binh An, los tambores se elaboran a partir de madera de yaca. Las cajas de resonancia se secan, se curvan y se tratan para prevenir termitas. Sin embargo, el paso más delicado consiste en cubrir la parte superior del tambor con piel de búfalo de más de diez años. Estas pieles se curten antes de ser fijadas con cuidado en la parte superior.
Es principalmente la fabricación de las cajas de resonancia y el tratamiento de las pieles lo que otorga a los tambores su singularidad. Cabe destacar que las uniones son absolutamente perfectas, de tal manera que no es necesario recurrir al pegado.
“Los bailarines de danza del león y del dragón ahora son más exigentes. Los artesanos deben demostrar una mayor destreza para satisfacer la demanda. Hasta el momento, tenemos clientes fieles a nuestros tambores, ya que podemos satisfacer las necesidades del mercado, tanto nacional como internacional”, agregó el artesano An.
La aldea de tambores Binh An se vuelve más animada especialmente durante la preparación para la fiesta de medio otoño y el Año Nuevo. Camiones transportan tambores para su venta en diversas localidades. Bui Thi Phuong, presidenta del Comité del Frente de la Patria de Vietnam en la comuna de Binh Lang, comentó: “En diciembre de 2023, los tambores de danza del león del taller Nam Men recibieron el certificado de OCOP (Cada Comuna un Producto). Es un gran honor para la comuna, y nos esforzaremos para que cada vez más clientes conozcan nuestros productos”.
Hechos completamente a mano, los tambores de Binh An poseen un sonido único que es altamente valorado en el mercado nacional e internacional. A lo largo de casi 200 años de historia y desarrollo, y a pesar de las adversidades, el oficio de fabricación de tambores en la aldea se mantiene vivo, transmitiéndose de generación en generación, para que su resonancia llegue cada vez más lejos.