(VOVworld) - El baniano, el pozo y el patio de la casa comunal han sido el símbolo de las aldeas en el norte de Vietnam desde tiempos antiguos. El baniano ofrece sombras y un ambiente fresco, el pozo suministra agua para todos y el patio de la casa comunal es donde se celebran las actividades culturales y religiosas. Según el concepto de los vietnamitas en el pasado, el agua simboliza el yin (lo femenino) y es el recurso de la vida, por eso, el pozo es el puente que conecta el cielo y la tierra con el ser humano.

En la arquitectura general de las obras culturales y religiosas en las aldeas, el baniano venera a las deidades, la pagoda rinde tributo al Buda y el pozo rinde culto al dios del preciado líquido. De acuerdo con las nociones populares, esa fuente de agua simboliza la vitalidad de los pobladores.

Cada pozo tiene su propia leyenda, que refleja el rasgo cultural- religioso de la comunidad. En la montaña Tran Son, en la provincia de Bac Ninh, hay un acantilado llamado Gieng Viet (Pozo vietnamita), el cual se dice que apareció en los primeros días del país y simboliza la energía yin o femenina y una vida eterna.

El pozo tiene un significado muy trascendental en la vida cultural y religiosa de los vietnamitas en las zonas rurales

En la zona de reliquias de los reyes Hung, en la provincia norteña de Phu Tho, se preserva el templo del Pozo. Según la leyenda, funcionó como  espejo de las princesas Ngoc Hoa y Tien Dung del décimo octavo rey Hung.

En el templo de Co Loa, distrito de Dong Anh, en Hanoi, existe una leyenda vinculada con el pozo de Ngoc y la princesa My Chau. Según los locales, las perlas que se lavan con su agua volverán a brillar.

En la pagoda Linh Tien Quan, en Hanoi, hay uno muy especial, cuya agua es cristalina y este nunca se seca. Dicen que los enfermos que la usen se recuperarán muy pronto.

En cada época, los pozos han tenido diferentes formas y significados. Los cuadrados simbolizan la Madre Tierra, los redondos, el Sol, mientras los de forma elíptica representan un espejo que refleja la vida pacífica de las aldeas.

El pozo también es un sitio de encuentro y recreación de los aldeanos. El poblado de Mong Phu, en la comuna de Duong Lam, en las afueras de Hanoi, se hizo famoso por los  construidos de laterita. Phung Van Truyen, un anciano residente de la dicha aldea, comentó: “Nuestra aldea cuenta con un total de 6 pozos, 5 de ellos todavía proporcionan agua para las necesidades  de los locales. Además, estas fuentes constituyen un lugar de reunión de los pobladores”.

Las aldeas de Mai Dong y Hoang Mai, en el sur de Hanoi, son conocidas por su producto  tofu Mo. Se dice que esa especialidad se hace con el agua de sus pozos. Nguyen Van Loi, poblador de Hoang Mai, explicó: “El tofu y otros productos famosos de nuestra aldea como berenjena y la col se hacen con agua de pozo. Además, el vino de Hoang Mai, que fue una bebida favorita de los reyes, se preparó con agua de pozo”.

Después de muchos siglos, en los villorrios norteños de Vietnam se continúan preservando las reliquias, incluidos los pozos antiguos, que para los vietnamitas son espejos que contienen muchas memorias. En la vida moderna, son obras de valor religioso que reflejan la vida social en las aldeas.