(VOVworld) – “Hầu đồng”, también denominado “hầu bóng”, en realidad es un medio de comunicación con las deidades mediante una médium, o encarnaciones de las mismas a fin de pronunciar oráculos, curar enfermedades e invocar la protección divina a los seguidores del Culto a la Diosa Madre. “Hầu đồng”, conocido también como “Entrar en entrance”, dota de una sutil armonía entre elementos espirituales y los cantes populares.

La persona que actúa como médium se denomina “Thanh Đồng”, si es un hombre se le llama "cậu", "Cô” o “Bà Đồng" si es una mujer. "Cậu" suele ir vestido con ropaje de seda y maquillado (el pelo puede ser largo como una mujer). En el transcurso de una sesión de “hầu đồng” hay muchos "giá", que son dioses, espíritus o personajes divinos a ser encarnados. Al médium se le cubre con un paño de seda roja cuando éste pasa de encarnar un personaje a otro, al mismo tiempo que varios asistentes le cambian la túnica, ofrendas y demás complementos que corresponden al siguiente espíritu. Por ejemplo, a veces “Thanh Đồng” actúa como un alto General con toda su majestuosidad, otras veces como una encantadora muchacha bailarina. Las danzas también varían según las características de un "giá" particular. Los médiums son personas que se consideran dotadas de facultades paranormales, que les permiten actuar como intermediarias en fenómenos parapsicólogos o conexiones entre el ser humano y el mundo espiritual. El Director del Centro de Investigación y Conservación de la Cultura y los Cultos Populares de Vietnam, Profesor Asociado Ngo Duc Thinh, dice: “Todo el mundo al desear alguna bendición de la Diosa Madre deberá transmitírsela a través de los médiums y el ritual “hầu thánh”. Normalmente se habla de 36 “giá”, o espíritus, que se encarnan en una sesión ritual, pero este número es apenas simbólico, ya que poca gente puede encarnar a todos los 36, sino como máximo unos 20.”

Hầu đồng es un ritual del culto popular presente no solo en Vietnam, sino también en muchas partes del mundo. No obstante, el practicado aquí conlleva diversas características particulares de la etnia Viet que no se encuentran en ningún otro culto ajeno. Un punto representativo de la costumbre vietnamita en “hầu đồng” está demostrado claramente en la decoración de los altares típicos del Culto a la Diosa Madre, desde los cortesanos, la Tía, el Tío, Chầu, los personajes que “Thanh Đồng” debe encarnar. Éstos no son Reyes o altos cortesanos desconocidos, sino héroes nacionales o personajes admirados por la gente, tales como señor Hoang Muoi, general asociado al capitán Nguyen Xi bajo el mandato de la dinastía Le (siglo XIII), señor Hoang Luc o el mismo general Tran Luu que luchó contra los invasores Ming (siglo XV), señor Hoang Bay, cortesano que protegía el área fronteriza de Lao Cai, señor Hoang Bat de la etnia Nung, cortesano de quinta categoría del General Tran Quoc Toang de la dinastía Tran. El especialista del mencionado Centro, Nguyen Tien Dung, comenta que en las sesiones de “hầu đồng”, los médiums son “representantes”, cuya misión es comunicar el mundo real con los espíritus: “De acuerdo con las leyendas populares, existen 36 espíritus, que protegen al cielo, la tierra, los bosques y las montañas de los Viet, clasificados por una organización jerárquica: las Diosas Madres, chầu, Hoàng, la Tía y el Tío. Los mismos se armonizan con ciertas personas, las cuales llevan la misión de cuidar de la vida espiritual en los templos donde se ubican los dioses.

Un médium durante el ritual

Mediante el rito “hầu đồng”, el Culto a la Diosa Madre orienta al ser humano a anhelos por una mejor vida, mayor felicidad y una fe más fuerte en el bien. El Profesor Asociado Ngo Duc Thinh revela: “La belleza y el refinamiento es lo más idéntico de un patrimonio. Es decir, solo los Viet practican el ritual “lên đồng” de esta manera, el que conserva perfectamente la tradición del pueblo. Según un investigador estadounidense, se ve a “hầu đồng” como un museo donde se conservan las costumbres tradicionales, pero no como un edificio inmóvil, sino con espíritus vivos, personas activas y mensajes atractivos, todo lo que logra satisfacer la demanda del ser humano sobre la verdad, la belleza y la bondad.

 "Hầu đồng" en el Culto a la Diosa Madre se dirige a la vida cotidiana que contiene los mejores deseos en la salud, la prosperidad y la buena suerte, como una demanda importante de la vida espiritual de los vietnamitas que les da fuerza y confianza. Luego de numerosas generaciones, "hầu đồng" se ha convertido en parte integral de la vida espiritual de la sociedad vietnamita en general.