El grupo de jóvenes instrumentistas de la aldea de M'Duk interpreta en el Festival de Cultura y Deportes de las etnias de la ciudad de Buon Ma Thuot
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Cuando empezaron a sonar las melodías alegres y animadas del ching kram, un tipo de batintín de bambú típico de los Ede, se iban asentando los nervios de los jóvenes instrumentistas del poblado de M’Duk, quienes por primera vez subían al escenario a tocarlo. A pesar de su corta edad, el concierto que dieron fue apreciado por los veteranos en ese arte y la audiencia en general, gracias a su habilidad y alto dominio técnico. Con esta interpretación el grupo ganó el tercer premio en el concurso local y la obra fue seleccionada para ser representada en la gala final, celebrada el pasado 10 de marzo en el festival cultural-deportivo de las etnias de la ciudad de Buon Ma Thuot. Y Wan E’Ban, uno de esos jóvenes dijo que compartir escenario con artistas experimentados de su aldea y otras, acrecentó su amor hacia este instrumento tradicional. “Mis compañeros y yo estábamos muy nerviosos porque representábamos por primera vez a nuestro poblado en un concurso. Sin embargo, nos sentimos muy felices y orgullosos de superar a grupos de otras localidades. Espero que en el futuro nuestro equipo se desarrolle más para de esa forma mantener el acervo cultural de los Ede”.
Fundado hace tres años, el grupo cuenta actualmente con 12 miembros, de 9 a 17 años de edad. Cada semana se reúnen de dos a tres noches para ensayar. Y Liang Nie Kdam, el más joven, dijo que comenzó a tocar batintines cuando cursaba el primer grado y ahora puede desempeñar todas las posiciones del conjunto. El chico expresó: “Antes de aprender tocar este instrumento ya me familiaricé con la música y los ritmos. Al principio no me admitieron en el equipo, pero debido a mi fervoroso deseo, mis padres se lo pidieron al maestro y este accedió. Estoy muy contento ya que ahora puedo tocar este instrumento en cualquier posición que me pongan”.
Los chicos aldeanos ensayan con entusiasmo bajo la instrucción del artesano Y Hiu Nie Kdam
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Mientras, para Y Hiu Nie Kdam, quien enseña a tocar batintines, el creciente amor de estos jóvenes a los instrumentos tradicionales y su mejoramiento en las clases le alegran sobre manera.
En los últimos 10 años, este artista ha forjado más de 10 grupos similares de instrumentistas, capaces de dar conciertos dentro y fuera de la provincia de Dak Lak. Especialmente, en la aldea de M’Duk, su tierra de origen, ha formado numerosos equipos los cuales han alcanzado apreciables logros en varios concursos de diferentes niveles. Su crecimiento le anima a brindar más esfuerzos por transmitir las técnicas de tocar batintines a las actuales generaciones. “Numerosos muchachos están conscientes del valor cultural propio de su pueblo e interesados en aprender a tocar batintines. Particularmente, este año muchos padres me han buscado para inscribir a sus hijos en mi clase. Por eso, puedo mantenerla. La formación de cada grupo de siete instrumentistas necesita por lo menos tres o cuatro años”.
Hoy en día, la afición por tocar batintines y transmitir técnicas al respecto se expande en el poblado de M’Duk entre diferentes generaciones. No solo los jóvenes toman la iniciativa de aprenderlo, sino que además sus progenitores los alientan a hacerlo y a llevar este arte tradicional a los escenarios. Y Ninh E’Ban es uno de esos padres. Cada vez que su hijo tiene alguna interpretación importante, busca la manera de compañarlo y animarlo, como a todo el grupo. Esto estrecha más las relaciones entre él y su hijo y recuerda a este los hermosos valores culturales tradicionales del pueblo Ede. Y Ninh expresó: “Nos sentimos felices porque el maestro Y Hiu acepta enseñar a los jóvenes a tocar batintines con todo fervor y dedicación para así aumentar el intercambio entre diferentes generaciones de instrumentistas y preservar el legado de nuestros antepasados”.
Gracias a la afición por la música tradicional y los instrumentos típicos, y a su afán de estudios, los jóvenes de la aldea de M’Duk siguen los pasos de sus antecedentes mediante las lecciones asimiladas. Son ellos quienes continuarán haciendo sonar las atrayentes melodías de batintines en las alturas de Tay Nguyen.