Durante las reuniones familiares que se llevan a cabo todos los fines de semana o durante las vacaciones de verano, la señora Hoang Thi Mai, de 75 años, que vive en la aldea de Bo, barrio de Chieng An, de la ciudad de Son La, enseña a sus hijos y nietos canciones folclóricas de la etnia Thai.
La señora Hoang Thi Mai (segunda a la izquierda) guía a las otras miembros del grupo en una danza tradicional de la etnia Thai.
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Nacida y criada en el distrito de Yen Chau, una tierra famosa por los rasgos culturales peculiares de Son La, la señora Mai estaba muy familiarizada con el sonido del “Khen” y del “Pi”, instrumentos musicales que suelen acompañar en las melodías folclóricas de su grupo étnico. Con su talento descubierto desde que tenía 12 años, fue reclutada directamente por el Grupo de Música y Danza de Son La en aquel momento. Desde que se jubiló en 1989 hasta ahora, le ha apasionado enseñar canciones y bailes tradicionales a sus parientes y jóvenes locales.
“Al principio, el conjunto de arte de nuestro poblado solo tenía 6 personas. En 2005, cuando comenzaron a llegar más visitantes a nuestra localidad, establecí dos equipos más, uno de mujeres y el otro de jóvenes. Ahora, tenemos cinco grupos activos. Estoy muy feliz de recibir el apoyo de todos”.
Para la señora Mai, la cultura y el arte son la llave de la mente, que ayudan a traer alegría al alma y conectan todos los corazones para hacer cambios positivos en todos los aspectos de la vida.
“Desde la formación de los equipos musicales integrados por habitantes locales, cada vez hay más turistas de otros lugares que conocen más sobre la aldea Bo. Desde entonces, nuestra localidad ha invertido en mejorar el sistema eléctrico y de transporte vial. Nos sentimos muy felices porque la calidad de nuestra vida ha mejorado y la fisonomía rural ha cambiado mucho. A mi juicio, eso se debe en parte al despliegue activo de los movimientos culturales y artísticos y los esfuerzos de enseñanza del idioma de la etnia Thai”, dijo la artesana.
Mientras tanto, a lo largo de los años, el señor Hac, esposo de la artesana Mai ha mantenido la enseñanza de la escritura antigua de la etnia Thai entre la población indígena. Recordó que la primera clase que abrió allí tenía inicialmente solo unos pocos estudiantes, pero ahora este curso está compuesto por más de 100 miembros de diferentes edades, el más joven tiene 7 años y el mayor más de 60. Debido a la gran cantidad de cursillistas, el maestro tuvo que dividirlos en dos clases, con grupos de edades diferentes. Dijo: “Compilo mis propios planes de lecciones. Cada clase dura 3 meses, con dos sesiones por semana. Después de terminar un curso, realizamos una reunión para evaluar el proceso de aprendizaje y premiar a los estudiantes con buenos logros académicos. Hasta ahora, hay cada vez más habitantes locales que saben leer y escribir el idioma de la etnia Thái, también estoy proponiendo abrir más clases".
El matrimonio tiene cuatro hijos, ocho nietos y bisnietos. Desde muy pequeños, sus abuelos les enseñaron a poder hablar y escribir con fluidez el idioma Thai, así como a comprender las costumbres tradicionales de su comunidad étnica. Lu Quynh Huong, una de sus nietos, expresó: “Estoy muy orgullosa de poder hablar y escribir el idioma Thai antiguo. Estoy muy agradecida con mis abuelos y con otros amigos, por enseñarme sobre las bellezas culturales tradicionales. Definitivamente las conservaremos juntos para transmitirlas para siempre”.
El señor Quang Van Hac enseña el idioma Thai antiguo a vecinos.
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En 2009, el señor Hac fundó la Asociación de Estímulo al Estudio del linaje Quang en la aldea de Bo para alentar a sus hijos a estudiar y adquirir conocimientos. Después de más de 10 años de desarrollo, este “clan de aprendizaje” cuenta ahora con más de 60 personas que tienen licenciaturas y maestrías o están sirviendo en las fuerzas armadas. Luong Van Dich, secretario de la célula del Partido Comunista y jefe de la aldea de Bo, evaluó: “A pesar de su avanzada edad, la pareja Mai Hac es muy entusiasta en la enseñanza de la quintaesencia cultural de la etnia Thai a los jóvenes. Gracias a los movimientos promovidos por ellos, la aldea de Bo es más visitada por turistas, y la vida material y espiritual de los autóctonos también ha mejorado notablemente. Nuestra localidad tiene 305 hogares, casi del 60% al 70% de los habitantes tienen buenos ingresos”.
La pareja de ancianos considera que lo que están haciendo es un honor y un orgullo porque ayudan a preservar y promover los valores culturales peculiares de Vietnam.
“Me sorprendió cuando me invitaron a la capital Hanói a reunirme con líderes del Partido y el Estado, quienes nos dijeron que debemos estar orgullosos de nuestra identidad nacional, hablando nuestros propios idiomas y presumiendo nuestros atuendos típicos. Por lo tanto, espero que todos mantengamos nuestros rasgos tradicionales y nunca los olviden", dijo la artesana Mai.
“Nuestra comunidad étnica tiene su propia lengua y escritura, así que tenemos que aprender a hablar y escribir este idioma. También necesitamos preservar otras costumbres como los funerales y las bodas. Si no lamentablemente desaparecerán", aseguró su esposo Hac.
En 2020, Quang Van Hac recibió el Certificado al Mérito otorgado por el Comité Central de la Asociación de Estímulo al Estudio de Vietnam. En abril pasado, la destacada artesana Hoang Thi Mai fue invitada a una reunión entre el jefe de Estado Nguyen Xuan Phuc, los jefes de las aldeas y los artesanos étnicos sobresalientes del país.