Prestar la mayor atención a las familias de las víctimas del agente naranja/dioxina es una política prioritaria de Vietnam. (Foto: baoquangninh.com.vn) |
Tran Thi Vinh vive en la ciudad de Ha Long, en la provincia norteña de Quang Ninh. Su hijo es víctima del agente naranja/dioxina al que estuvo expuesto su esposo durante la guerra contra los estadounidenses. Después de la muerte de su marido, la vida de la familia de Vinh se volvió aún más difícil. Sin trabajo estable, Vinh y su hijo vivían en una casa en ruinas. Alertadas de su situación en 2019, las autoridades locales, apoyadas por organizaciones sociales y donantes, decidieron construirles una nueva vivienda cuyo valor se estima en unos 150 millones de dongs (6.521 mil dólares).
“Como vivimos en una casa sólida, nuestra vida es mucho más placentera. Es algo que nunca imaginé ni siquiera en mis sueños. Me gustaría agradecer a las autoridades locales y a los benefactores desde el fondo de mi corazón”, manifestó.
En la provincia de Quang Ninh viven unas 5.000 víctimas del agente naranja/dioxina. Creado en 2016, el Fondo Provincial para estas personas dedica gran parte de su presupuesto a la construcción de viviendas para los más desfavorecidos, al otorgamiento de préstamos que permiten a las familias desarrollar su propio negocio y a la atención médica de los damnificados.
Nguyen Minh An, presidente de la Asociación de Víctimas del agente naranja/dioxina en la provincia de Quang Ninh, dijo: "Siempre buscamos asegurar una mejor atención para los damnificados y sus familias. Estamos tratando de ayudar a todas las víctimas, ya sean de la primera o de la segunda generación. Queremos que todos puedan vivir en hogares sólidos y cómodos”.
Mientras tanto, en la ciudad de Phu Ly, en la provincia norteña de Ha Nam, residen más de 700 víctimas del defoliante que reciben asignaciones mensuales del Estado. En los últimos años, con la ayuda de organizaciones y benefactores, la ciudad ha ofrecido formación profesional y ha apoyado la construcción de nuevas casas. Do Tien Sy, presidente de la Asociación de Víctimas del agente naranja/dioxina de Phu Ly, señaló: “Hoy, el nivel de vida de las víctimas del agente naranja/dioxina que residen en Phu Ly ha mejorado significativamente y está por encima del promedio de la población local. El Partido y el Estado prestan especial atención a las víctimas y les ayudan a superar las dificultades que encuentran en la vida”.
Las personas afectadas por el agente naranja/dioxina, especialmente las de la segunda y tercera generación, reciben formación profesional y apoyo económico para desarrollar su propio negocio. Chu Quang Duc, cuyo padre es víctima de dicho tóxico, sufre de atrofia muscular y no puede caminar. Con el apoyo del Gobierno y la Administración local y una fuerte voluntad, obtuvo una maestría en tecnología de la información y ahora trabaja como profesor de computación en una escuela secundaria local.
“Gracias a la ayuda que recibí, pude continuar mi educación y encontrar un trabajo. Estoy feliz de tener una vida normal”, expresó.
A pesar de la epidemia de covid-19, las localidades, las asociaciones de víctimas del agente naranja/dioxina y las comunidades continúan trabajando arduamente para ayudar a estas personas.