 Voluntarios de Hanói preparan objetos de caridad. (Foto: VOV) |
En la noche del 16 de febrero o el quinto día del primer mes lunar, Vu Trung Anh, líder del grupo “Am” (Cálido, en español), y otros dos voluntarios distribuyeron paquetes de comida deshidratada a personas sin hogar. El hombre incluso les dio su número de teléfono para que pudieran llamarlo si era necesario.
“Nuestro apoyo a las personas sin hogar continuó este año a través del Tet. Debido a la complicada evolución de la pandemia, esencialmente les estamos dando alimentos deshidratados porque se conservan más tiempo que los productos frescos. También les entregamos medicinas todas las semanas”, dijo.
La comida es importante para las personas sin techo, pero lo más significativo es el hecho de compartir y el apoyo de los voluntarios. Algunas personas sin vivienda que duermen en estaciones de tren y mercados, nos están muy agradecidas por ello, dijo Vu Trung Anh.
- “Estoy muy conmovida por este gesto. Doy las gracias a los voluntarios”.
- “Su apoyo me permite aliviar mi soledad y las medicinas que me dan me ayudan a sobrellevar mejor mi dolor”.
- “Los voluntarios son realmente agradables. Vienen aquí todos los días”.
 Una miembro del grupo "Chao mua thu va Nhung nguoi ban" entrega regalo a una persona en difícil situación. (Foto: VOV) |
Por su parte, el grupo “Chao Mua Thu va Nhung nguoi ban” (Gachas de otoño y amigos, en español), distribuía tres veces por semana tres mil raciones de esta comida a los pacientes pobres ingresados en 11 hospitales de Hanói. Este programa se suspendió justo antes del Tet tras la aparición de una tercera ola del covid-19. Sin embargo, el grupo continúa con sus actividades acudiendo a los domicilios de enfermos desfavorecidos y personas con discapacidad para entregarles regalos. La líder de dicho grupo, Thanh Thu Luong, compartió: “En marzo, queremos construir escuelas en la provincia norteña de Son La y casas resistentes a las inundaciones en la provincia central de Quang Binh. Esperamos poder mantener nuestras actividades y movilizar otros recursos financieros para ayudar a la mayor cantidad posible de personas desfavorecidas”.
Hoang Anh Suong es responsable de la asociación Tam Hieu Thuong, que ha construido muchos puentes y escuelas para residentes y estudiantes de regiones remotas y montañosas. Este grupo pronto organizará un concierto para recolectar donaciones destinadas a construir un nuevo centro educativo en la provincia norteña de Thai Nguyen. Para los niños en situación precaria, especialmente los de minorías étnicas, la educación es sinónimo de esperanza para un futuro mejor, dijo el hombre.
“El amor es tan precioso como la vida. Cada uno de nosotros quiere recibir amor, y para recibirlo debemos saber darlo. Esta es también nuestra filosofía. Estamos comprometidos con las actividades humanitarias para ayudar a los más desafortunados”, señaló.
Las actividades caritativas continúan aumentando en todo el país. La solidaridad con los necesitados contribuye a preservar esta tradición firmemente arraigada en el corazón del pueblo vietnamita.