Miles de ciudadanos en el país sufren enfermedades de la córnea y deben reponerla para evitar la ceguera, contribuyendo así a aliviar la carga familiar y social.
La donación de córneas y tejidos es una labor noble y cumple la filosofía “Ama a tu prójimo como a ti mismo" del pueblo vietnamita |
En los últimos años, esas desafortunadas personas recibieron un rayito de esperanza luego que la señora Nguyen Thi Hoa, residente en el distrito de Kim Son, provincia norteña de Ninh Binh, se convirtiera en la primera donante de la córnea de Vietnam. Su buen corazón ha sensibilizado a sus coterráneos. Tres miembros de la familia de Do Thi Mo, en la aldea de Tay Cuong, se comprometieron a donar ese órgano cuando mueran. Tran Thi Kinh, la fallecida madre de dicha señora y sus dos hijos, lo hicieron en 2010 y 2011. Mientras, otra lugareña, Nguyen Thi Lan reveló que su fallecido marido donó la córnea en 2016. Ella comentó lo siguiente: “Me registré para donar la córnea hace 6 años. Quiero traer la esperanza a los pacientes expuestos a la ceguera”.
Según la Cruz Roja de la comuna de Van Hai, donde viven 6 mil cristianos concentrados en 6 parroquias, el movimiento de donación de la córnea ha sido promovido al máximo en los últimos años. En 2009, seis creyentes se comprometieron a participar en esta actividad humanitaria, una cifra que en la fecha llega a 800.
Particularmente emotivo es el caso de Hai An, una niña de 7 años y residente en la ciudad de Hanoi, quien después de detectársele un cáncer letal en septiembre de 2017, decidió donar su órgano luego de ser convencida por su madre de la nobleza de esta labor. Uno de los médicos que le extirparon las córneas a la pequeña, Nguyen Huu Hoang, director del Banco de Ojos, dijo que esa ha sido la operación que más le ha conmovido en sus últimos 10 años de carrera. Hoang contó que antes de la intervención quirúrgica, la madre besó en la frente a su hija y le susurró: “Obsequiemos la luz a otros seres humanos”. “Nos conmovió mucho al escuchar esas palabras de estímulo y esperanza. Después de cumplir los procedimientos pertinentes, comenzamos a realizar la operación. Al terminar este trabajo, volvió a conmovernos otro susurro de la madre a la niña: 'Me enorgullezco de ti”. Sus palabras y buenos corazones han grabado emociones imborrables hasta hoy”.
El médico Nguyen Huu Hoang extirpa las córneas de la niña Hai An (Foto: Nguyen Huu Hoang) |
Una de las córneas de Hai An fue implantada en los ojos de una señora de 73 años de edad, y la otra, en un hombre de 42.
Cinco meses después de esa emotiva historia, en julio de 2018, otra chica, Nguyen Van Nhi, de 12 años y vecina del barrio de Ba Dinh, ciudad de Hanoi, donó sus córneas a pacientes que las necesitaban. Sobre este caso, Nguyen Hoang Phuc, vicedirector del Centro Coordinador Nacional para el Trasplante de Órganos Humanos narró: “La muchacha ha cumplido su misión de vida al obsequiar estos inestimables regalos a su prójimo. Ha vencido el temor a la muerte. Quienes superan ese miedo rebosan alegría y felicidad. Creo que historias tan emocionantes como las de esas niñas continuarán sensibilizando a la comunidad en los próximos tiempos”.
La donación de córneas se ha convertido en un movimiento humanitario extendido en la sociedad. Es la felicidad no sólo de los pacientes receptores del órgano, sino también de los donantes, quienes son honrados por toda la comunidad y calificados como “personas que viven para dar vida”.