Médicos del Hospital C en la cocina (Foto: VOV)

Los 85 funcionarios y empleados del centro, así como sus 14 ambulancias, laboran a máxima capacidad, ya que no pueden ser sustituidos ni cuentan con refuerzos debido a las características especiales de su trabajo. Deben trasladar a los enfermos en estado crítico del Hospital de Da Nang al de Hue (otra ciudad en el centro del país) y entre los policlínicos satélite en la localidad. El calor sofocante del verano y el trabajo excesivo, más los trajes protectores puestos casi las 24 horas del día, provocaron la deshidratación y la bajada de la temperatura corporal en algunas personas. Sin embargo, si uno se encuentra mal, su colega de al lado está ahí para encargarse de ayudarlo y realizar su tarea. Desde hace medio mes, la sirena de las ambulancias suena desde la mañana hasta la madrugada. Según Pham Thi Anh Hong, subdirectora del Centro de Emergencias 115 de Da Nang, desde los primeros días del rebrote del nuevo coronavirus, la entidad determinó que todos deberían trabajar duro e incluso estar aislados de sus familias. La médica explicó:“Nuestra entidad es diferente de otras. Por ejemplo, en los hospitales el personal puede ser reforzado, pero nuestra misión es única y no podemos compartirla con otras unidades. Por eso, debemos calcular cómo organizar el horario laboral y distribuir las tareas para mantener las fuerzas. Entonces, dividimos la plantilla en grupos de 20 integrantes cada uno. Un equipo trabaja tres días consecutivos para luego pasar el turno al otro. Así pues, nuestro personal puede recuperar su energía”.

De la misma manera, el doctor Dang Cong Lu, vicedecano del Departamento de Medicina Interna General del Hospital Da Nang, disfruta de un corto periodo de descanso en un hotel tras jornadas de trabajo intenso. De acuerdo con el funcionario, después de ser trasladados los pacientes del departamento a otros centros sanitarios para la desintoxicación del hospital, el personal médico puede ir a zonas de cuarentena para recuperar su energía. El galeno dijo:“Mientras que queden pacientes en algún departamento, debemos seguir ahí para atenderlos hasta poder enviarlos a un lugar para asegurar su tratamiento continuo. Los doctores y enfermeros podemos estar en cuarentena por dos semanas para luego retornar a la lucha. Ahora todos nos encontramos bien”.

A su vez, durante estos días, el Policlínico 199 del Ministerio de Seguridad Pública ha recibido y tratado a unos 500 pacientes trasladados desde el Hospital de Da Nang y el Hospital C de la misma localidad, entre ellos 32 personas en terapia renal sustitutiva y otras decenas que recibían tratamiento en el Departamento de Nefrología del Hospital de Da Nang. Son casos con alto riesgo de contraer el covid-19 y de este grupo, diagnosticaron 8 positivos. De tratar solo a los pacientes ‘normales’ y poner en cuarentena a los sospechosos de ser infectados con el nuevo coronavirus, el Policlínico 199 pasó a compartir las tareas en respuesta a la epidemia con los grandes hospitales de la ciudad que fueron bloqueados. La Dirección de este centro sanitario debe revisar cada departamento y sección para reorganizar a los trabajadores de modo que pueda mantener la salud de los mismos. Nguyen Dang, subdirector del Policlínico 199, precisó que el hospital garantiza las condiciones logísticas necesarias, incluidas tres comidas diarias para sus empleados y pacientes. “Somos conscientes de que la epidemia no va a terminar pronto. Por lo tanto, hay que cuidar bien la salud de nuestros oficiales, efectivos y empleados sanitarios. En cuanto a los trabajos logísticos, garantizamos que no tengan que preocuparse de nada, ni de sus comidas diarias. Haremos todo lo posible para apoyarlos”.

Una imagen grabada en la mente de muchas personas, es la de algunos médicos del Hospital C de Da Nang cantando para animar a los pacientes después de pasar consulta a los mismos y alentarse a sí mismos en esta dura batalla. Nguyen Trong Thien, director de ese centro sanitario, escribió una carta para la página web interna con vistas a estimular a sus casi mil médicos, enfermeros y empleados a superar juntos las dificultades durante los días en que su hospital fue bloqueado tras la detección de varios casos positivos del covid-19. El doctor manifestó: “En esta coyuntura cualquier persona debe esforzarse al máximo. Yo, en particular, cada vez que termino mi trabajo ejecutivo paso por la cocina del hospital para sumarme a la preparación de las comidas. Creo que todos pueden hacer lo mismo, pero en calidad de jefe debo mostrar mi contribución para así prestar mayor apoyo a los pacientes”.

Los empeños incansables de los médicos en primera línea de la lucha contra el covid-19 y sus trabajos abnegados y silenciosos se han convertido en un escudo de hierro para proteger la salud de la comunidad.