Compatriotas de la minoría étnica Ca Dong recogen verduras para ofrecerlas a los ciudadanos de Da Nang y Quang Nam. (Foto: VOV) |
Ho Thi Don, de la minoría étnica Ca Dong y radicada en Khe Chu, una aldea perteneciente al distrito montañoso de Nam Tra My, se levantaba más temprano de lo normal. Sus dos hijos, de sexto y séptimo grados, también lo hacían. Seguían a su madre a la parcela familiar para recoger vegetal con dos cuévanos sobre los hombros. Tras caminar seis kilómetros de bosque y medio día, llegaron a sus sembradíos. Regresaron a casa con dos cuévanos llenos de calabazas y legumbres. Mientras envolvía los frutos para luego enviarnos a las zonas azotadas por el rebrote epidémico, con una sonrisa Thi Don dijo que su aldea había recibido mucha asistencia de los llaneros, y ahora es el momento adecuado para demostrar su agradecimiento. “Todos enfrentamos penurias y dificultades, y no tenemos dinero. Pero, tenemos abundantes calabazas y legumbres en nuestros sembradíos con los que esperamos ayudar a las localidades afectadas por la epidemia”, Don dijo.
Los residentes de Khe Chu, de la comuna de Tra Van, en el distrito de Nam Tra My todavía tienen grababas en su mente las devastadoras inundaciones que hace tres años dejaron a su paso cuatro muertos y 13 heridos. En ese contexto de luto, lotes de mercancías donadas por los compatriotas de las áreas llaneras de la provincia de Quang Nam y la ciudad de Da Nang no paraban de enviarse para ayudar a los aldeanos a reconstruir su poblado y restablecer su vida. Hoy en día, Khe Chu se ha convertido en un paradigma de zonas residenciales reubicadas en el distrito montañoso de Nam Tra My. La ancha línea vial de Dong Truong Son atraviesa la nueva aldea, liberando a los locales del temor del aislamiento como hacía tiempo atrás. Según contó Ho Van Huyen, presidente del Comité Popular de la comuna de Tra Van, cada familia de Khe Chu había recibido un apoyo de 70 millones de dongs (más de 3 mil dólares), para levantar su casa nueva. El dirigente recordó: “El huracán que pasó por aquí a finales de 2017 ocasionó graves pérdidas a nuestra comuna. Durante varias semanas después, recibimos muchos donativos de los benefactores desde la llanura, tanto monetarios como con arroz, fideos instantáneos, sal y salsa de pescado, etc. Ahora, les devuelven esa amabilidad con lo que tienen: calabazas, calabacines, retoños de bambú y legumbres”.
Empaquetan vegetales recolectados. (Foto: VOV) |
Para ayudar a las áreas de Quang Nam y Da Nang afectadas por el rebrote del nuevo coronavirus, los residentes de Nam Tra My aportaron más de 30 toneladas de vegetales y frutas frescos. Nguyen Thi Hue, presidenta de la filial local del Frente de la Patria, destacó: “Son la solidaridad y la empatía las que los motivaron para donar esa asombrosa cantidad de vegetales. Nos dijeron que estarán dispuestos a dar más en caso necesario. Sus palabras tocan en lo más hondo de los corazones”.
Transportar los vegetales donados por los habitantes del distrito de Nam Tra My era la tarea encargada por grupos de jóvenes voluntarios de Da Nang. Desde las montañas las mercancías iban a hospitales, centros sanitarios, internados y zonas de cuarentena, así como a los hogares en condiciones más precarias. Cada vez que fueron a Nam Tra My, los vehículos trajeron mascarillas sanitarias y geles antibacterianos para ayudarlos a controlar la enfermedad. Recientemente, se recaudaron unos 100 millones de dongs (más de 4,3 mil dólares) y cinco toneladas de arroz al Fondo para los pobres locales. Tran Dang Vinh, coordinador de estos grupos de voluntarios, expresó: “Los residentes de Nam Tra My se unen a la asistencia a los habitantes de Da Nang que estaban afectados por el nuevo coronavirus, acumulando cada manojo de verduras de sus huertos. Estos productos no pueden perdurar mucho tiempo, por lo que debíamos llevarlos a Da Nang lo más rápido posible”. Cuando los camiones cargados de frutos del bosque y de los cultivos de los habitantes de Nam Tra My, en la provincia de Quang Nam partieron, estos se preparaban para enfrentar un próximo huracán. A su vez, benefactores en la llanura están listos a enviar asistencias a esos montañeses en cuanto las necesiten. Seguirán compartiendo entre ellos el afecto y la ayuda para así mantener la tradicional solidaridad.