Siboney del Rey destaca la figura de Ho Chi Minh como un poeta, militar, político y estadista eminente de Vietnam. (Foto de archivo) |
El estadista Ho Chi Minh creció en un período turbulento de la historia del Vietnam. Innumerables rebeliones, luchas heroicas e indomables por la independencia y la reunificación de Vietnam, habían fracasado y el movimiento de salvación del pueblo vietnamita se enfrentaba a una profunda crisis. Con un ardiente deseo de lograr la independencia y la libertad, Ho Chi Minh viajó a los cuatro continentes trabajando, estudiando, observando e investigando las teorías y experiencias de las destacadas revoluciones mundiales –incluso, estudió el marxismo-leninismo. Ho Chi Minh entendió la raíz del sufrimiento de la clase trabajadora y de la mujer, debido a la opresión, la explotación del capitalismo imperial, y desde luego, se formó con conciencia de clase e igualdad de género. Además, fue un genio intelectual, consciente de la tendencia del desarrollo humano y de la nueva era revolucionaria.
En 1930, fundó el Partido Comunista de Vietnam y emitió la primera plataforma política de esta organización. También abordó, creó y dirigió correctamente, la implementación con éxito de los temas claves de la revolución vietnamita. Bajo el liderazgo de dicho partido, el pueblo vietnamita logró la victoria de la Revolución (Agosto de 1945), derrocando al colonialismo, feudalismo y estableció la República Democrática de Vietnam, el primer Estado Popular Democrático del sudeste asiático. En la Declaración de Independencia, en 1945, Ho Chi Minh proclamó solemnemente a la nación, a los compatriotas y al mundo entero: “Vietnam tiene derecho a la libertad y la independencia, y en realidad, ya es un país libre e independiente”.
Ho Chi Minh y el Partido, dirigieron al pueblo en la derrota de todos los planes y conspiraciones de invasión del enemigo, especialmente la victoria en la Campaña Invierno-Primavera en 1953-1954, con la cual Dien Bien Phu, obligó a los franceses a firmar el Acuerdo de Ginebra (1954), poniendo fin a la guerra. También derrotaron las estrategias de guerra del imperialismo yanqui, al liberar completamente la región del sur y se logra la reunificación. Vietnam se convierte en una nación socialista.
Ejemplo de moral revolucionaria
Su pensamiento se convirtió en la base de la ideología del Partido Comunista, iluminando el camino para que la causa revolucionaria y el pueblo obtuvieran un éxito rotundo. Vietnam pasó de ser un país colonial feudal, pobre, a un país en desarrollo con ingresos medios. Se desarrolla su cultura, la sociedad, vida material y espiritual del pueblo, el trabajo de construcción del Partido y el sistema político mejora gradualmente. El gran bloque de unidad de toda la nación se consolida. La política y la sociedad se mantienen estables. La posición y el prestigio del país se eleva cada vez más en el ámbito internacional. Ho Chi Minh nunca se consideró superior al pueblo. No dejó que nadie le rindiera culto. Se dedicó a ser un servidor leal a su pueblo. El “Tío Ho” se caracterizó por su humildad y respeto al pueblo.
Cultor destacado
La causa de la liberación dirigida por Ho Chi Minh otorga un estatus digno a la cultura nacional vietnamita. Esta carrera también reviste un gran significado para la cultura mundial, mostrando a los pueblos la manera de ponerse de pie y romper las cadenas de la esclavitud, para lograr la independencia y la libertad, contribuyendo así a la erradicación del dominio colonial mundial. Durante los años de la lucha revolucionaria, Ho Chi Minh absorbió selectivamente la cultura nacional y reconoció su posición y su significado. Señaló que ésta “dirige a la nación y es el núcleo del patriotismo”. En 1987, la Unesco emitió la Resolución 24C/1865 (con motivo del 100 centenario del natalicio de Ho Chi Minh), honrándolo como el héroe libertador nacional de Vietnam.
Eminente soldado
Se dedicó a construir la solidaridad sobre el internacionalismo proletario auténtico. Encontró soluciones para liberar a la humanidad. Resolvió correctamente el problema de cómo dirigirse a los pueblos coloniales. Trabajó incansablemente para vincular la revolución vietnamita con la mundial. Su vida es un noble símbolo del espíritu revolucionario, independentista, de patriotismo, de amor al pueblo, de justicia… Dejó un corazón generoso, una inteligencia sabia, una visión profunda y de vida.