Foto: Ministerio de Relaciones Exteriores de Vietnam |
En esta ocasión, los delegados coincidieron en que los dos países han obtenido resultados importantes en esta labor y destacaron que cada uno debe priorizar en cada paso de su desarrollo la mejora de la calidad de vida de sus ciudadanos.
Dijeron que la erradicación del hambre y la reducción de la pobreza son las tareas fundamentales y a largo plazo de todos los programas de acción, especialmente en el contexto de la complicada coyuntura actual.
Por otra parte, propusieron que además del apoyo de ambos Gobiernos, las localidades exploten activamente sus propias fortalezas y movilicen todos los recursos disponibles para crear más puestos de trabajo, y elevar la calidad de los servicios de salud y educación, especialmente en las zonas remotas y las minorías étnicas.