Al presidir el 15 de enero en Nueva York (Estados Unidos) una sesión del Consejo de Seguridad de la mayor organización mundial para examinar la situación política y de seguridad en Malí, el diplomático compartió la preocupación sobre la escalada de la violencia en ese territorio.
Al mismo tiempo, condenó los ataques contra civiles, fuerzas de seguridad y la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de la ONU en la nación africana (Minusma).
Instó a las partes relacionadas a proteger a los pobladores, especialmente las mujeres y los niños, así como mejorar la participación plena, práctica e integral de las féminas en los procesos político y económico del país, y apoyar la operación de la Minusma y los esfuerzos de la comunidad internacional en ese territorio, con el fin de promover la paz y la seguridad mundial.