(VOVworld) – Vietnam seguirá contribuyendo activamente para convertir al Consejo de Derechos Humanos de la ONU en un eficiente mecanismo en la protección y promoción de estos derechos. Ese fue el compromiso del vicecanciller del país indochino, Ha Kim Ngoc, al intervenir en una sesión del trigésimo cuarto período de dicha entidad, celebrada este 28 de febrero en Ginebra, Suiza.

Recordó también las soluciones nacionales ante este órgano sobre los efectos del cambio climático en los derechos infantiles, así como sus iniciativas sobre una serie de coloquios internacionales referidos a la garantía del hábitat laboral para las personas con discapacidades, derechos de trabajadores en el mar y la comunicación destinada a combatir y prevenir la trata de mujeres y niñas.

La delegación vietnamita participante en el 34 período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU (Foto: VNA)

Afirmó que Vietnam seguirá esforzándose incesantemente para garantizar el aprovechamiento cabal de su ciudadanía de los derechos humanos. Igualmente, presentó los éxitos alcanzados por el país en el perfeccionamiento del marco legal al respecto, la realización de las recomendaciones del Examen Periódico Universal, la incorporación de las metas del desarrollo sostenible en los planes de acción nacionales y la participación en el Acuerdo de París sobre el cambio climático.

Añadió que el territorio trabaja con otros miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) para construir una Comunidad con el pueblo como núcleo y una zona de paz, estabilidad, cooperación y desarrollo.

Al margen del evento, Ha Kim Ngoc sostuvo encuentros con los titulares del Ministerio para el Desarrollo Internacional y del Pacífico de Australia, de Asuntos Exteriores de Georgia, así como el secretario de Estado para Asia y el Pacífico del Reino Unido y vicecancilleres de Uruguay y Polonia.  En estas conversaciones, las partes intercambiaron sobre la colaboración bilateral y destacaron el principio de resolver pacíficamente las disputas en el Mar del Este, con apego a las leyes internacionales, particularmente la Convención de la ONU sobre el derecho del mar de 1982 y el respeto a los procesos diplomáticos y jurídicos, sin el uso o la amenaza de utilizar la fuerza.