Algunos artefactos explosivos neutralizados presentados al público (Foto: VNA) |
Al hacer uso de la palabra en esta actividad, el mayor general Phung Ngoc Son, jefe del Mando de las Tropas Ingenieras y director general del Centro Nacional de Acción contra las Bombas y Minas, destacó: “Para impulsar la reparación de las consecuencias de las bombas y minas remanentes de la guerra, las instancias administrativas y los organismos deben impulsar la comunicación a la población sobre el peligro de esos artefactos. Tienen que incluir esta labor en las estrategias de desarrollo socioeconómico de las localidades. También es necesario promover la cooperación internacional y movilizar aportes de los donantes a fin de atraer más asistencia financiera y tecnológica de los gobiernos de otros países y las organizaciones internacionales para el cumplimiento de dicha tarea. Además, hay que mejorar la atención de la salud y el apoyo a las víctimas de los artefactos explosivos en pro de su inserción a la sociedad y su vida estable”.
En el marco del evento hay abierta una exposición de fotografías y objetos sobre el peligro de las bombas y minas para las personas y la superación de sus consecuencias, entre otras actividades.
Según cálculos, en Vietnam quedan unas 800 mil toneladas de bombas y minas remanentes de los pasados conflictos bélicos. El total de la superficie contaminada en todo el país es de más de 6,1 millones de hectáreas y los artefactos inactivos están esparcidos en las 63 provincias y ciudades del país, principalmente en la parte central.
Desde 1975, las explosiones causadas por las bombas y minadas quedadas de la guerra se cobraron más de 40 mil vidas e hirieron a 60 mil personas.
En los últimos tiempos, el apoyo a las víctimas se realiza eficientemente con actividades como cirugías plásticas, rehabilitación funcional, asistencia crediticia, ubicación laboral, terapias psicológicas, fisioterapia y el disfrute de políticas de bienestar social.