Policías israelíes en el área de la mezquita de Al-Aqsa en Jerusalén Este, el 15 de abril de 2022. (Foto: Xinhua/VNA) |
El enfrentamiento de seis horas se convirtió en el mayor conflicto violento en Jerusalén desde el mes sagrado musulmán del Ramadán.
Los enfrentamientos estallaron cuando cientos de palestinos comenzaron a lanzar piedras para evitar que la policía ingresara a la Mezquita de Al-Aqsa y dispersara a las multitudes en un área de oración en el cercano Muro de los Lamentos Occidental.
La opinión pública mundial ha condenado unánimemente la violencia en Jerusalén Este y ha pedido a las partes involucradas que actúen con moderación.
El secretario general del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), Nayef Al-Hajraf, condenó las acciones de la policía israelí contra los musulmanes palestinos en la mezquita de Al-Aqsa.
Según Hajraf, los lugares sagrados musulmanes deben ser respetados e Israel debe detener sus acciones actuales.
Además, hizo un llamado a la comunidad internacional para evitar que la situación en Jerusalén Este afecte la seguridad regional.
Estados Unidos, un aliado de Israel, expresó su “profunda preocupación” y pidió a todas las partes involucradas que ejerzan moderación y eviten cualquier acción que provoque y complique la situación, e instó a las autoridades israelíes y palestinas a trabajar juntas para reducir las tensiones y garantizar la seguridad de todos.
Los ministros de Relaciones Exteriores de Alemania, Francia, España e Italia emitieron una declaración conjunta condenando la violencia en Jerusalén Este.