Desde Washington, el ministro de Relaciones Exteriores británico, Dominic Raab, afirmó que las dos partes ratificaron la necesidad de negociar rápidamente un acuerdo comercial que beneficie ambas.
Sostuvo que es una de las principales prioridades de Londres para que sus empresas puedan aprovechar al máximo las oportunidades de oro de aumentar el comercio con Estados Unidos.