La protesta en La Habana el 11 de julio. (Foto: Reuters) |
En una rueda de prensa televisada en directo el 12 de julio, el mandatario dijo que los manifestantes estaban insatisfechos por los cortes de energía dados en el verano, así como por la falta de alimentos y bebidas, problemas causados por el bloqueo económico por parte de Washington, aclaró.
Según Díaz-Canel, las protestas del domingo son parte de las políticas estadounidenses para desestabilizar, crear caos y romper el espíritu y la voluntad del pueblo cubano. Las redes sociales han ayudado a la nación norteamericana a difundir su campaña contra la isla, añadió.
El jefe del Estado también enfatizó que los cubanos tienen derecho a protestar y expresar sus opiniones, pero sólo cuando las manifestaciones se realizan de manera pacífica.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, criticó ese mismo día las declaraciones de algunos funcionarios del Gobierno de Estados Unidos en apoyo a las protestas en la Mayor de las Antillas y destacó que la Casa Blanca no tiene autoridad moral ni política para hablar de Cuba.
Por su parte, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, afirmó que detrás de las protestas antigubernamentales está el intervencionismo extranjero, e hizo un llamado a Estados Unidos a que ponga fin al bloqueo comercial contra el país caribeño.
El Gobierno de Nicaragua también denunció el complot desestabilizador y las continuas agresiones contra el gobierno cubano. Entretanto, el presidente Daniel Ortega reiteró su solidaridad con La Habana y expresó también su confianza en que los pueblos progresistas seguirán avanzando.
El gobernante Partido Socialista Unido (PSUV) en Venezuela también emitió un comunicado expresando su apoyo al gobierno cubano.