Musulmanes palestinos en la Mezquita de Al-Aqsa. (Foto: |
Itamar Ben Gvir, conocido por sus diatribas antipalestinas, había anunciado su intención de realizar una visita a la también denominada “Mezquita de Al-Aqsa” y el grupo palestino que gobierna Hamás en Gaza había advertido que dicha visita correría el riesgo de ser el “preludio de una escalada”.
Esta es una “provocación sin precedentes”, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores de Palestina en Ramallah, Cisjordania, territorio palestino ocupado por Israel.
Jordania consideró dicho viaje como una provocación que sugiere una escalada. Mientras, Emiratos Árabes Unidos ha pedido “el fin de las violaciones graves y provocativas” en el sitio. Por su parte, Arabia Saudita, hogar de los lugares más sagrados del Islam, también condenó la presencia en ese lugar sagrado del ministro israelí.
En Irán, el Ministerio de Relaciones Exteriores calificó dicha acción como una infracción de las normas internacionales y un insulto a los valores de los musulmanes de todo el mundo.
A su vez, el embajador estadounidense en Israel, Tom Nides, señaló que la administración de Biden ha dejado claro al gobierno israelí que se opone a cualquier medida que pueda dañar el statu quo en los lugares sagrados.
Por su parte, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, reafirmó la determinación de mantener estrictamente el statu quo y señaló que otros ministros habían visitado la Explanada de las Mezquitas en el pasado.