Un soldado vietnamita guarda en la  isla Thuyen Chai C, perteneciente al  archipiélago de Truong Sa. (Foto: VNA)

El secretario de Estado de Estados Unidos, Anthony Blinken, emitió un comunicado en el que destacó la necesidad de cumplir con las obligaciones en virtud del derecho internacional y cesar el comportamiento provocativo.

Mientras, el canciller filipino, Enrique Manalo, valoró que el fallo de la CPA es un pilar de la política y las acciones de la nueva administración filipina en las aguas en disputa, al tiempo que rechazó los esfuerzos para socavar esa decisión que, para él, es “indiscutible”.

Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Japón, Yoshimasa Hayashi, expresó su oposición a los esfuerzos para “cambiar unilateralmente el statu quo por la fuerza” en los mares.

En un llamado telefónico bilateral, tanto Hayashi como Manalo afirmaron que sus respectivos países buscarán una resolución pacífica de las disputas de acuerdo con el fallo antes mencionado.

El 12 de julio de 2016, la CPA emitió un fallo sobre el caso de Filipinas contra China con respecto a las disputas en el Mar del Este. Según la sentencia, los reclamos chinos de “derechos históricos” en las aguas dentro de la llamada “línea de nueve puntos” no tiene fundamentos y es contrario a la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982 (UNCLOS). Afirmó que Beijing ha causado daños a largo plazo al ecosistema de arrecifes de coral en el archipiélago de Truong Sa (Spratly) de Vietnam.