Un grupo de migrantes centroamericanos en Chiapas, México. (Foto: Acnur) |
Guterres también instó a las naciones de la región a colaborar con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y con el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur) que están sobre el terreno asistiendo a la multitud.
Esta partió el 13 de octubre de San Pedro Sula, en Honduras, con menos de 200 personas, pero al pasar por Guatemala y El Salvador se añadieron muchas más en busca de huir de la pobreza y la violencia y conseguir el “sueño estadounidense”.
Según la OIM, siguen llegando “grandes grupos” a México y ahora la caravana está compuesta por unas 7200 personas.
En relación con la amenaza del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre la movilización militar en la frontera con México para impedir el flujo humano, el relator especial para los derechos de los migrantes, Felipe González Morales, consideró que recurrir a las tropas sería “muy peligroso”.
“Inevitablemente, cuando se emplean las Fuerzas Armadas para tareas que no le son propias esto termina en violaciones de los derechos humanos”, recalcó.