Estados Unidos continúa siendo el país más golpeado por la epidemia con 2,8 millones de pacientes y más de 131 mil muertes.
Ante la complicada evolución de la enfermedad, el secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió al Consejo de Seguridad acerca de las graves consecuencias de este mal en la seguridad y la paz internacional. Expresó también su preocupación ante el impacto viral en la garantía de los derechos humanos en el contexto de que en varios países en los que se impone el confinamiento o el toque de queda se notan abusos de poder por parte de la policía.