El nuevo emperador de Japón, Naruhito (Foto: AFP)
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En el acto, fue presentado a los objetos sagrados que su padre dejó, incluidos una espada, una joya y un sello real, que representan la valentía, la sabiduría y la bondad, respectivamente.
En su discurso, el nuevo emperador expresó su deseo por la felicidad del pueblo y la continuidad en el desarrollo de Japón, así como por la paz en el mundo. También se comprometió a actuar de acuerdo con la Constitución y a tener siembre presente en sus pensamientos al pueblo y a respaldarlo.
La ascensión al trono de Naruhito marca el comienzo de una nueva era en el calendario nipón, llamada “Reiwa” (bella armonía).
Naruhito se convirtió en el emperador 126 de la historia del país del sol naciente, tras la abdicación de Akihito debido a su edad avanzada.