El mismo día, la canciller australiana, Marise Payne afirmó que su gobierno alquiló un avión para ayudar a sus connacionales a abandonar Wuhan, afectado por el coronavirus. Mientras, un grupo de brasileños varados en esa ciudad envió una carta al presidente Jair Bolsonaro en busca de ayuda para llevarlos a casa. El gobierno brasileño está considerando la solicitud, pero se enfrenta a una serie de procedimientos diplomáticos y legales.
Anteriormente, un vuelo alquilado que transportaba a 250 franceses y otros ciudadanos europeos aterrizó el domingo en Francia desde Wuhan, China. Luego, este grupo de personas fue trasladada a la base militar de Istres en la provincia de Bouches-du-Rhone.