La tribu Rizeigat, integrada principalmente por milicianos árabes armados, lanzó una ofensiva en vehículos, motocicletas y camellos contra la aldea de Saadoun, donde habita la tribu Fallata. El ataque dejó grandes daños materiales, además de pérdidas humanas, informó Mohamed Saleh, jefe de la tribu Fallata.
Estos actos violentos sucedieron apenas dos semanas después del fin de la Operación Híbrida de la Unión Africana y las Naciones Unidas en Darfur (Unamid, por sus siglas en inglés), en el contexto de reconocidos progresos de seguridad en esa región.