Una instalación de almacenamiento de petróleo rusa. (Foto: Sputnik) |
Concretamente, introduce nuevas prohibiciones de importación por un valor de 7.000 millones de euros para reducir los ingresos de Moscú, así como restricciones a la exportación, lo que paralizará aún más los componentes y tecnologías claves del complejo militar-industrial del Kremlin, y la economía rusa de servicios y conocimientos técnicos europeos.
Estas medidas también privan al ejército ruso y a sus proveedores de ciertos bienes y equipos adicionales que son necesarios para llevar a cabo su operación militar especial en el territorio ucraniano.
Este paquete de sanciones también sienta las bases del marco legal necesario para implementar el tope del precio del petróleo previsto por el G7.
Asimismo, se han añadido nuevos nombres a la lista de personas y entidades sancionadas.