Este es el primer informe conjunto elaborado por la Comisión de Biodiversidad de las Naciones Unidas (IPBES, por sus siglas en inglés), en colaboración con el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC).
Basado en debates en línea entre la IPBES y los especialistas del IPCC, el informe advierte que una serie de intervenciones planificadas para combatir el calentamiento global afectarán negativamente a la naturaleza.
Entre estas medidas, se incluye la siembra de cultivos para bioenergía en grandes áreas de tierra, que daña los ecosistemas. Los científicos también se oponen a plantar árboles para absorber la contaminación por carbono en ecosistemas donde nunca antes habían existido bosques, ya que esto a menudo perjudica la biodiversidad y la producción de alimentos.