Aunque no reveló el día exacto de su inicio, Netanyahu afirmó que la entrada de efectivos en Rafah era necesaria para una victoria sobre Hamás.
Tras el anuncio, Washington informó que se mantendrá en contra de la ofensiva israelí en Rafah. El portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos declaró que el conflicto podría dañar gravemente a los 1,5 millones de palestinos que se refugian en Rafah, así como a la seguridad nacional de Israel.
La declaración del Primer Ministro israelí se emitió tras el regreso de su delegación de la última ronda de negociaciones sobre una tregua, llevada a cabo en El Cairo, Egipto. La conversación no registra avances. Las delegaciones de Israel y Hamás arribaron al Cairo el 10 de marzo.