Esta declaración se hizo un día después de que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, firmara un decreto para retirar a su país de dicho pacto “hasta que Estados Unidos abandone sus actos destinados a quebrantarlo”, anunció.
El referido tratado fue suscrito por ambas naciones en 1987 y entró en vigor en junio de 1988. Las dos partes consensuaron no producir ni probar en tierra los misiles de crucero y balísticos con un alcance de entre 500 y 5.500 kilómetros.