El despliegue de ataques por parte de los talibanes para ganar territorio en Afganistán suscita preocupación en la comunidad internacional. (Foto: Reuters) |
En una declaración publicada en Twitter el 2 de agosto, la Embajada de Estados Unidos en Kabul escribió: “En Spin Boldak, Kandahar, las fuerzas talibanes masacraron a decenas de civiles por venganza. Estos asesinatos constituyen crímenes de guerra. Los combatientes y comandantes talibanes deben ser investigados y rendir cuentas por sus delitos”.
El mismo día, el presidente afgano, Ashraf Ghani, dijo que la inseguridad en su país estaba empeorando debido a la decisión “repentina” de Estados Unidos de retirar todas sus tropas de la región.
Al dirigirse al Parlamento, el mandatario instó al gobierno afgano a elaborar un plan de seguridad, con el respaldo de Estados Unidos, para poder controlar la escalada de violencia en los próximos seis meses.