Las víctimas heridas en la explosión del buscapersonas trasladadas al Centro Médico AUBMC en Beirut, Líbano, para recibir tratamiento. (Foto: Reuters/VNA)

Este fue el resultado anunciado por la delegación permanente del Líbano ante las Naciones Unidas en una carta enviada el 19 de septiembre al Consejo de Seguridad de la ONU.

Según la delegación libanesa, los artefactos explosivos fueron detonados enviándoles correos electrónicos. En este sentido, condenó los ataques y afirmó que el incidente estaba dañando los esfuerzos diplomáticos para poner fin a los combates en Gaza y el sur del Líbano. Las explosiones mataron a 37 personas e hirieron a más de 2900.

En acontecimientos relacionados, la comunidad internacional continuó rechazando dicho incidente.

El presidente iraní Masoud Pezeshkian expresó sus condolencias al pueblo libanés, reafirmó su apoyo a ese país y llamó a las organizaciones internacionales a tomar las medidas adecuadas al respecto.

El mismo día el presidente francés, Emmanuel Macron, habló por teléfono con los principales líderes políticos y militares del Líbano, así como con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y solicitó a todas las partes que actuaran con moderación. Macron pidió al líder libanés que transmitiera un mensaje a los grupos armados, incluido Hezbolá, para evitar una escalada de tensiones.

Las fuerzas de Hezbolá acusaron a Israel de provocar estas explosiones y afirmaron que tomarían fuertes contramedidas, mientras que esa nación hebrea no se ha pronunciado sobre esta acusación.

El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, también invitó a las partes pertinentes a actuar con moderación y evitar la escalada de conflictos en Oriente Medio. Mientras, el ministro de Asuntos Exteriores británico, David Lammy, también pidió al movimiento Hezbolá y a las fuerzas israelíes que cesen el fuego de inmediato.