Según informó el Kremlin en un comunicado, los líderes insistieron en la importancia de la cooperación entre Bielorrusia y la Unión Europea (UE) en la solución de la actual crisis migratoria. Expresaron su preocupación por las acciones “inaceptables” de las fuerzas fronterizas polacas, que usaron medios violentos y equipos especiales para impedir el flujo de personas en esa zona.
Recientemente, las tensiones entre la UE y Bielorrusia escalaron considerablemente. La UE acusó a Minsk de permitir que los migrantes lleguen a este territorio y crucen la frontera para entrar a Polonia en represalia por las sanciones impuestas por Bruselas en relación a la situación política en la antigua república soviética. Por su parte, Bielorrusia negó estas recriminaciones, las rechazó y afirmó que se trata de inculpaciones infundadas.